La pobreza alcanzó a 640 mil cordobeses aunque disminuyó pese a la espiral inflacionaria

Alcanzó 37,9% en el segundo semestre, 0,3 punto porcentual menos que en 2021. En tanto, la indigencia afectó a 111 mil personas, 6,6% de la población, también por debajo de un año atrás. Pese a la escalada de precios, el crecimiento del empleo -aunque precario en muchos casos- ayudó a que los indicadores no se dispararan. ¿Cómo incidieron los aportes no monetarios de Córdoba?

La pobreza en el Gran Córdoba afectó, al cierre de 2022, a 640 mil personas, 37,9% del total de la población. En tanto, de ese número, 111 mil cordobeses eran considerados indigentes.

En ambos casos, los indicadores, por cierto preocupantes, fueron levemente inferiores a los relevados un año atrás.

La información difundida por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia como parte del informe Monitoreo de Condiciones de Vida , fue publicado imprevistamente ayer, un día antes de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dé a publicidad su habitual informe sobre el tema, que se conocerá en la tarde de hoy.

Los datos del informe sorprenden, en parte, porque se descontaba que los indicadores serían más elevados en función del contexto de alta inflación, que incluso se aceleró en el segundo semestre del año.

La escalada de precios es clave toda vez que los límites de pobreza e indigencia se miden en función de las canastas básicas Total (CBT) o Alimentaria (CBA), que evolucionan en línea con el aumento de la inflación. Así, si una familia no reúne ingresos suficientes para llegar a la CBT, es considerada pobre, y si no alcanza el valor de la CBA, está en la categoría de indigente.

En ese contexto, con la dinámica de precios del segundo semestre, todo hacía suponer que las estadísticas mostrarían un deterioro de las condiciones de vida.

Sin embargo, la situación fue inversa. Es cierto que la mejora de los porcentajes fue pequeña -tampoco había condiciones para que fuera sustancial-. Se observó, sí, una leve baja de la pobreza y también de la indigencia con relación a igual semestre del año anterior.

Los números y las razones

De acuerdo con los datos oficiales, siempre considerando los ingresos monetarios, el porcentaje de personas en condición de pobreza se ubicó en 37,9% (640.000 personas, cifra que incluye a la población indigente). Se trata de una baja de 0,3 punto porcentual respecto al segundo semestre del año 2021 y un incremento de 0,8 punto con relación al primer semestre del año pasado.

Si a esos datos se le incorpora el efecto de los denominados planes no monetarios, la cifra desciende a 37,1%, esto es, 0,8 punto porcentual menos (abarcan a 627.000 personas).

De esta manera, la cantidad de personas en situación de pobreza no indigente se reduce 2,5%, por lo que 13.000 personas salen de esta condición, indica el informe.

Con respecto a la población en condición de indigencia, se ubicó al cierre de 2022 en 6,6%, porcentaje que se tradujo en 111 mil personas en esa condición. La baja fue de 0,4 punto porcentual con relación al mismo semestre de 2022, aunque aumentó 1,8 punto con respecto al primer semestre del año pasado.

Por qué se produjo una leve baja respecto al mismo período del año anterior, cuando la inflación de 2022 escaló a 94,8% y los salarios, en general, perdieron contra la suba de precios.

La "foto" tiene una explicación , al menos una de las tantas posibles. “Aunque hubo un contexto inflacionario innegable, también esa situación se produjo en el marco de crecimiento del empleo y caída del desempleo, que mostraron porcentajes históricamente bajos”, reveló a Comercio y Justicia una fuente consultada.

Es cierto que, en muchos casos, los empleos generados no fueron de calidad y que también en gran parte fueron informales. Además, en los casos de la creación de trabajo registrado, hubo salarios que ni siquiera lograron alcanzar el valor de la CBT.

Como fuere, esa situación incidió para que los números de pobreza e indigencia no se dispararan en un contexto de semejante inflación.

Igual, los porcentajes sigue siendo muy elevados y preocupantes. Para poner en contexto, la pobreza tocó su techo en el primer semestre de 2021, cuando alcanzó 45%. Eran los meses pospandemia, con todas las consecuencias de esa situación.

En tanto, hacia atrás y previo a la irrupción del nuevo coronavirus, la pobreza llegó a 38% en el segundo semestre de 2019. Antes de la crisis económica, en el segundo semestre de 2017, había alcanzado 29,9%.

En cuanto a la indigencia, el máximo se produjo también en el primer semestre de 2021 cuando llegó a 9%. En tanto, en el segundo semestre de 2017, era de 4,3%.

Programas no monetarios

Por lo demás, la Provincia, como ya es habitual, mide el efecto de los denominados planes no monetarios, esto es, programas sociales como los boletos subsidiados, tarifa social y demás, que inciden en una mejora en la situación de la población vulnerable.

Los resultados revelan que los planes no monetarios relevados en la encuesta lograron sacar de la condición de indigencia a 34.000 personas y de la pobreza a 13.000 personas.

El operativo Monitoreo de Condiciones de Vida difundido por la Provincia releva las condiciones materiales de vida de las personas en los hogares del Gran Córdoba y difunde la incidencia de los planes no monetarios del Gobierno de la Provincia de Córdoba en los hogares pobres e indigentes.