La Universidad Austral prevé un alza de la inversión de 10%. Analistas privados descartan problemas de financiamiento y destacan la reducción de la relación deuda/PBI.
A lo largo de esta semana se sucedió una serie de datos públicos y privados que deberían hacer esbozar una sonrisa en los empresarios y en los funcionarios nacionales y provinciales. Por un lado, un estudio de la Universidad Austral estimó que la inversión, que comenzó el año frenada, crecerá cerca de 10% en 2010, por encima de las proyecciones de incremento del PBI, lo que permite prever un leve repunte de la inversión genuina en el país. Asimismo, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la economía argentina crecerá cerca de siete por ciento este año y un poco menos en 2011, lo cual echa luz sobre el ritmo futuro de la actividad en el país, pese a que el próximo año estará atravesado por la dinámica electoral.
Ya transcurrida la primera mitad de 2010, los relevamientos y las proyecciones arrojan datos más precisos. Por un lado, es sabido que la industria tuvo un crecimiento del orden de 10% en el primer semestre del año y que, pese al pago de deuda, las reservas alcanzaron los últimos días récord históricos.
En ese marco, resulta alentadora la proyección de la Universidad Austral, para quien la inversión crecerá 9,5% en 2010. Se trata de un rubro que venía retraído y que, pese a ello, se prevé que tenga un alza superior a la del PBI este año. De esa manera recuperaría parte del terreno perdido el año pasado, cuando se retrajo 14% según el cálculo de la misma casa de estudios.
De todas maneras, el informe de Austral estimó que “al menos algunas de las inversiones en proyecto de largo plazo continuarán demoradas hasta tanto se despeje el panorama electoral”.
El horizonte fiscal
Otro dato importante para la economía nacional fue que el superávit primario -antes del pago de deuda- creció en junio y llegó a 2.713 millones de pesos, casi el triple que en el mismo período del año pasado. De esa manera, las cuentas fiscales cerraron el semestre con un saldo de 11.072 millones, lo que implicó un aumento interanual de 54%.
Además, luego del pago de deuda, la Nación logró un superávit de 180 millones de pesos en el semestre, muy diferente del año pasado, cuando se había marcado un déficit financiero de 1.783,3 millones en el mismo período. “El superávit no es producto de una economía de ajuste”, subrayó el martes el ministro de Economía, Amado Boudou, luego de la presentación de los datos fiscales.
Lejos de los interrogantes que se planteaban a principios de año -cuando se dudaba del éxito del canje de deuda con los holdouts y se debatía sobre la pertinencia del uso de reservas para pagar deuda-, esta situación fiscal revela que, tras las fuerte inyección de recursos de 2009, el gasto público crece este año al ritmo de los ingresos, lo que contribuye a generar confianza en los inversores, frenar la suba de precios y permite una reducción del riesgo país y de las tasas en general.
El crecimiento esperado
Las buenas noticias llegaron también esta semana desde la Cepal, que calculó para este año un crecimiento de 6,8% de la economía argentina, uno de los más altos de la región y por encima del promedio esperado para América Latina (5,2%). Además de Argentina, las mayores tasas de crecimiento dentro de la región en 2010 se esperan en Brasil (7,6%), Uruguay (7%), Paraguay (7%) y Perú (6,7%).
Según la Cepal, el mayor nivel de actividad económica regional tuvo una repercusión positiva sobre el empleo. Esto permitirá una reducción de la desocupación en la región, que llegará en 2010 a 7,8%, cuatro décimas porcentuales por debajo de la tasa observada el año pasado (8,2%).
Para la Comisión, “el crecimiento es más alto de lo que se preveía” en América Latina, pero “muy heterogéneo” dentro de la región. “Se destacan los países del Mercosur y aquellos Estados que tuvieron mayor capacidad de implementar políticas públicas. También aquellos países con mercados internos fuertes, potenciados por el espacio regional y la alta participación de las exportaciones hacia Asia”, señaló Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal.
“La solidez macroeconómica que mostró la mayoría de los países de América Latina y el Caribe en los años que antecedieron a la crisis internacional marcó una diferencia significativa. Los países aprovecharon un excepcional período de bonanza en la economía y las finanzas internacionales para sanear sus cuentas públicas, reducir y mejorar el perfil de su endeudamiento y aumentar sus reservas internacionales”, analizó la Cepal, tras lo cual consideró que este proceso permitió “un mayor espacio para la aplicación de políticas públicas contracíclicas e hizo posible el inicio de la recuperación en la segunda mitad de 2009”.
Las perspectivas para 2011
En el marco de un 2011 que estará muy atravesado por el ritmo electoral que le impondrán los comicios presidenciales, resulta alentador que las proyecciones de la Cepal prevean que se mantendrá el crecimiento de la economía. De todas maneras, el organismo proyecta un freno en toda la región, pues del 5,2% de incremento previsto para 2010, se pasaría a 3,9% en 2011. En ese marco, Argentina crecería 4,5% al igual que Brasil y Perú, seguidos por Uruguay y Bolivia (4%).
Según la Cepal, la crisis de algunas economías de Europa puede tener una repercusión negativa sobre los volúmenes y los precios de las exportaciones regionales, así como de la recepción de remesas de algunos países de América Latina y el Caribe.
Diversos consultores privados coincidieron ayer además en que, tras los pagos de deuda y la holgura fiscal que se evidencia en 2010, el país arrancará 2011 con una nueva reducción en la relación entre deuda pública y PIB, lo que impactaría en el acceso al financiamiento público y privado.
El analista Miguel Kiguel descartó problemas financieros para este año y el próximo y consideró que, “para 2011, el gran desafío es poder volver a los mercados y financiar parte de la deuda con dinero fresco” y no solamente utilizando reservas. “No veo problemas financieros para este año, y el año que viene no creo que sea el centro del problema económico”, concluyó el consultor.
Por su parte Orlando Ferreres recordó que, luego de la devaluación, la relación deuda/PIB “pasó a ser 140%” y ahora está en torno del 40%. “Para que la cosa ande bien, no puede pasar de 25% del producto”, señaló. Consideró además que el consumo, uno de los pilares del superávit fiscal, “va a continuar por un tiempo”, aunque podría comenzar a reducirse en un promedio de “seis meses a un año”, por la acumulación de cuotas.
En tanto, para Kiguel “el consumo viene fuerte, pero el crédito a largo plazo no va a ser fácil de sostener en la medida que siga la inflación. Por el segundo semestre de este año va a seguir habiendo crédito”, estimó.
Los tres pilares
En su último estudio económico, presentado ayer en su sede de Santiago de Chile, la Cepal consideró que el crecimiento de las principales economías de la región se consolidó en 2010 sobre la base de tres elementos: el consumo privado, que reaccionó positivamente a la paulatina mejora de los indicadores laborales y al aumento del crédito; el ascenso de la inversión y, en menor medida, el repunte de las exportaciones, que se incrementaron a partir de la segunda mitad de 2009.