Las plantas se encuentran trabajando con un promedio de 58,6% de su capacidad instalada
La industria pyme cayó en octubre 5% interanual, siendo el sexto mes consecutivo de retracción y ya acumula una baja de 1,9% en el año en relación con igual período de 2017, según el relevamiento que mensualmente efectúa la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En tanto, según advirtió la organización que agrupa al sector, las plantas se encuentran trabajando tan sólo con un promedio de 58,6% de su capacidad instalada, mientras la mayoría de los empresarios que participaron de la medición (74%) indicó que la situación es regular, mala o crítica.
“La falta de liquidez del mercado, la baja calidad de la cadena de pagos, las tasas de interés excesivas y las dificultades para repagar los pasivos complican el negocio de las pymes y están obligando a muchas empresas a achicarse o replantear su continuidad”, precisó CAME en su comunicado.
Según los datos de la Encuesta Mensual Industrial (EMI) y el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) medidos por la organización que agrupa a las medianas empresas del país, las bajas más acentuadas en el décimo mes del año se registraron en calzado y marroquinería (-15%), productos de caucho y plástico (-10,8%), productos de madera y muebles (-10,4%), papel, cartón, edición e impresión (-8,5%), productos de metal, maquinaria y equipo (-7,3%), material de transporte (-3,3%), productos textiles y prendas de vestir (-3,3%) y productos eléctrico-mecánicos, informática y manufacturas (-2,5%). En cambio, no tuvo variación la producción de productos químicos y crecieron la industria alimenticia (0,1%) y minerales no metálicos (1,6%).
Mientras tanto, CAME también precisó que en octubre 53,9% de las industrias consultadas finalizaron con caídas en la producción anual (58,9% en septiembre), y 36,7% tuvo aumentos (30,9% el mes anterior). No obstante, “si bien la mayoría de las empresas sigue cayendo, mejoró la proporción de industrias en crecimiento”, indicó la entidad. También volvió a mejorar en octubre la proporción de empresas que tuvieron rentabilidad positiva: 36,3%, frente a 32,1% en septiembre y 28,9% en agosto. Aun así, continúa elevado el porcentaje de industrias con rentabilidad negativa y nula. “Muchas empresas han achicado sus negocios, suspendido personal y reducido costos de todo tipo para sostener sus negocios”, indicó el comunicado.
Perspectivas
Mientras tanto, con relación a las expectativas para los próximos tres meses, sólo 18,7% de las empresas consultadas espera que su producción aumente, mientras 29% cree que continuará cayendo. “El resto no sabe o piensa que se mantendrá en los niveles actuales”, dijo CAME.
En este sentido, siete de cada diez industrias no tienen planeadas nuevas inversiones en lo que queda del año y principios de 2019.
MERCADO CAMBIARIO Y TASAS
El riesgo puede aumentar desde mitad de 2019En este contexto recesivo, las expectativas de recuperación se desplazan a 2019, aunque ese año también podría presentar algunas dificultades, sobre todo en lo referente al mercado de cambios. También, en los años siguientes, será clave cómo se administre el pago de los vencimientos de deuda externa, indicó la consultora Ecolatina en un nuevo informe: “A mediados del año que viene comenzará formalmente el proceso electoral –el último sábado de junio cierran las listas-, por lo que es muy probable que las tensiones cambiarias reaparezcan (incluso pueden anticiparse)”, explicó la entidad y agregó: “En este sentido, cuanto mayores sean las chances de un triunfo de un candidato presidencial market friendly mayores serán las posibilidades de mantener cierta estabilidad cambiaria. Caso contrario, proyectamos que la divisa testearía la banda superior de la zona de no intervención”. Además, advirtió: “Habrá que ver en dicho caso si el poder de fuego de la autoridad monetaria (vender US$150 millones diarios contrayendo 0,5% la base monetaria por día) lograría domar las presiones”.
“Otro factor que podría amenazar la calma cambiaria es el deterioro del contexto económico-financiero internacional”, agregó. En tanto, a más largo plazo, el desafío será afrontar los compromisos adquiridos con el FMI. “El nuevo presidente electo recibirá pocos fondos frescos en 2020 y deberá empezar a devolver el crédito a partir de 2021. Por lo tanto, la próxima administración deberá negociar con el Fondo dilatar la devolución de pagos que superaría US$ 50.000 millones en 2022-23 según el actual cronograma”.En tanto, para lo que resta del año, la consultora prevé que la tasa de política monetaria perfore el piso de 60%, mientras que el dólar podría registrar una suba “acotada”.