El monto representa una merma de US$3.849 millones respecto del primer trimestre. Con relación a diciembre, la baja es de casi US$8 mil millones, precisó el Indec
La deuda externa bruta se ubicó en US$270.825 millones al cierre del segundo trimestre del año, lo que representó una merma de US$3.849 millones respecto al primer trimestre de 2020, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Además, este nivel de US$270.825 millones estuvo también por debajo de los US$278.489 de fines de diciembre pasado, debido a los pagos de compromisos que realizó el Gobierno nacional y el Banco Central de la República Argentina (BCRA), y a la variación en el tipo de cambio respecto al dólar, informó el Indec.
El informe del Indec reveló que 95% de la deuda externa a valor nominal está nominada en moneda extranjera. De ese total, la mayor proporción, 60%, se encuentra en dólares.
En tanto, durante el segundo trimestre de 2020, la cuenta corriente tuvo un superávit de US$2.824 millones.
Esto se explicó por el ingreso neto de la balanza de bienes y servicios de US$4.971 millones, y el ingreso secundario de US 337 millones, parcialmente compensado por el déficit de ingreso primario de US$2.484 millones, entre otras cuestiones.
Negociaciones
Por otro lado, una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) arribará al país el próximo martes, en lo que se constituirá en el paso de una serie de consultas presenciales que realizará el organismo multilateral en el marco de las negociaciones encaradas con el país para alcanzar un nuevo programa de financiamiento.
Como parte de la misión, el equipo se reunirá con miembros del Gabinete económico del Gobierno, así como con representantes del Congreso, el sector privado, sindicatos y la sociedad civil.
Vale señalar que el último jueves, el portavoz del Fondo, Gerry Rice anunció que la visita se iba a realizar a principios de octubre.
“Tenemos un diálogo muy fluido y constructivo con las autoridades. Esperamos continuar profundizando ese diálogo, incluidas las discusiones sobre las últimas medidas de control de divisas que mencionó en el contexto de la solicitud de las autoridades de un nuevo programa respaldado por el FMI”, afirmó Rice en esa oportunidad.
El funcionario aseguró: “Nuestro objetivo último compartido con las autoridades es ayudar en los objetivos de fortalecer la estabilidad macroeconómica y el crecimiento, crear empleos para el pueblo argentino y reducir la pobreza y superar esta difícil crisis económica, que por supuesto se ha agravado por la pandemia”.
Además, Rice trazó su visión del cuadro de situación local: “Claramente Argentina se enfrenta a una situación económica y social muy difícil, y así es desde hace algún tiempo; como dije, esto se ha visto agravado por la pandemia de coronavirus”.
Asimismo, Rice enfatizó de parte del FMI un reconocimiento de las medidas adoptadas para intentar revertir la crisis.
“El FMI reconoce que el Gobierno argentino ha estado tratando activamente de abordar estas circunstancias tan desafiantes”, dijo.
Al respecto, precisó que el país “ha adoptado un conjunto de políticas para abordar las necesidades inmediatas derivadas de la pandemia; ha completado su importante reestructuración de su deuda denominada en moneda extranjera, al tiempo que comienza a trabajar en una agenda económica más integral para hacer frente a los desequilibrios económicos”.
Al ser consultado sobre la modalidad del nuevo programa que comenzará a discutirse, Rice manifestó que todas las cartas están aún sobre la mesa.
“Lo que puedo decir es que el financiamiento asociado a un nuevo programa del FMI, que por supuesto, como siempre, estaría sujeto a la aprobación de nuestro Directorio Ejecutivo, ayudaría a Argentina a satisfacer sus necesidades de balanza de pagos, incluidas las relacionadas con sus obligaciones sectoriales oficiales”, señaló.