Llegó a $208.043,6 millones, 2,5% más que un mes atrás y 29,6% por encima de 2019. Está nominado en dólares 85,1% y 3,1% en euros y dinares kuwaitíes. El incremento produce en plena renegociación con los bonistas de títulos bajo legislación extranjera por 1.685 millones de dólares. Llaryora emitió letras por $600 millones a 270 días
La deuda pública de la Provincia de Córdoba alcanzó en agosto pasado 208.043,6 millones de pesos, 5.122 millones de pesos más que en el mes inmediato anterior. En términos porcentuales, el pasivo aumentó 2,5 por ciento, prácticamente en línea con la inflación minorista.
En tanto, si se toma en cuenta la comparación interanual, la deuda sumó 46.887 millones de pesos, 29,63 por ciento más. Ese incremento implicó sin embargo una baja en términos reales respecto a la inflación. No obstante, si se considera la evolución de la recaudación provincial, al fin y al cabo el indicador que debe considerarse a la hora de pagar el pasivo, el aumento del rojo que fue en línea o incluso por encima de la marcha de los ingresos provinciales.
El incremento de la deuda se produce en momentos en que la administración de Juan Schiaretti se encuentra en plena renegociación del pasivo. Concretamente, la Provincia busca reestructurar pagos por 1.685 millones de dólares concentrados en tres bonos emitidos bajo legislación extranjera.
El dead line para esa negociación es diciembre próximo, cuando el Gobierno tenga que afrontar un nuevo pago de intereses de uno de esos títulos. La idea es que ya entonces la renegociación haya concluido en buenos términos y ese pago ya no deba hacerse.
De hecho, tal como informó días atrás Comercio y Justicia, la Provincia y también la Municipalidad de Córdoba estiman que el Gobierno nacional no dará los dólares necesarios para cancelar esos vencimientos. En rigor, esa medida no fue oficializada. La normativa que publicó el Banco Central oportunamente apunta a que no proveerá de todos los dólares a las empresas que deban cancelar deuda en esa moneda y les sugirió que reestructuren esos pasivos. El sector público quedó exento.
Sin embargo, fuentes oficiales aseguraron que el Ministerio de Economía “sugirió” que tampoco habrá dólares para las provincias y municipios a las que instó a reestructurar sus pasivos, en línea como lo hecho ya por el Gobierno nacional. En ese listado también estaría la EPEC que en febrero debe pagar más de 14 millones de dólares de un bono por 100 millones de dólares emitido oportunamente.
En cuanto al pasivo provincial, el Gobierno ya hizo pública la oferta que implica reducir por dos años el pago de intereses a apenas el uno por ciento frente al 7,125 o 7,45 por ciento vigente en los tres bonos y, en paralelo, posponer el pago de capital en tramos. Los tres títulos incluían un pago bullet, esto es amortizar capital al cierre, el primero en 2021, otro en 2024 y un tercero en 2027.
En cuanto a la deuda, el aumento de agosto se produjo en parte por la suba del tipo de cambio pero también por la incidencia de los intereses..
De hecho, en la comparación intermensual, el Gobierno no tomó nueva deuda. La suba es exclusivamente por la devaluación y por el impacto de las tasas de interés vigentes.
Cómo se compone la deuda
De esta forma, en agosto 85,7 por ciento del pasivo estaba nominado en dólares. En tanto, 3 por ciento en euros y 0,11 en dinares kuwaities. En definitiva, casi 89 por ciento del quebranto está nominado en moneda dura, sujeta a la permanente devaluación del peso argentino.
Mientras tanto, 6,06 por ciento está en pesos. Ese pasivo incluye, entre otros, los 9 mil millones de pesos de los Títulos para el Pago de Acreencias (TIPA), emitidos oportunamente para cancelar deudas con proveedores y contratistas.
En tanto, otro 2,7 por ciento está en pesos atado al Índice del Costo de la Construcción (ICC). Finalmente, 2,39 por ciento es en pesos ajustado por Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER). Se trata del crédito por 4.800 millones de pesos tomado desde el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP). Ese pasivo ya roza 5 mil millones de pesos en función de los intereses y fue tomado para paliar la situación de emergencia financiera de la Provincia.
Emitió Llaryora
Mientras tanto, la Municipalidad de Córdoba emitió ayer la letra del Tesoro serie XL por la que se recaudaron 600 millones de pesos.
La emisión, anticipada esta semana por este medio, fue a 270 días de plazo. No obstante haber estirado como nunca antes ese límite, la letra convalidó una tasa Badlar más 4,6 por ciento, en línea con lo pagado tiempo atrás para colocaciones a 180 días e incluso por debajo de los erogado para plazos de 90 días.
Según se informó, hubo ofertas por 910,69 millones de pesos de los cuales se tomó el máximo habilitado de 600 millones de pesos.
La recaudación de la Letra apunta a recuperar el pago de la serie XXXVIII por más de 400 millones de pesos que vence hoy pero cuyos recursos ya fueron retenidos para hacer el pago.
En definitiva, se “roleó” el vencimiento en la práctica.
En cuanto a la letra emitida ayer y cuyo organizador y colocador fue el Banco de Córdoba, pagará tres servicios de intereses a los 90, 180 y 270 días. En tanto, amortizará capital al cierre el 29 de junio próximo.
Los recursos, como es habitual, se utilizarán para cubrir necesidades de caja de un municipio cuyas cuentas son una verdadera incógnita. El último dato oficial disponible en la web oficial son del tercer trimestre del año pasado.
Pese a las promesas de sumar nueva información fiscal y financiera, esos datos aún no han sido actualizados.
Sin embargo, se descuenta que la situación de la comuna no difiere de la del resto del país o de la Provincia de Córdoba, con fortísima baja de ingresos en términos reales, gastos que cuesta bajar y una deuda cuya parte en dólares pretende renegociar ante la imposibilidad de poder afrontar los vencimientos.