La coparticipación a Córdoba registró alza récord, por ahora blindada frente a la segunda ola

Alcanzó $19.659,8, casi 90% más que un año atrás. La comparación es con respecto al mes en que la cuarentena estricta incidió fuertemente. Con relación al mes anterior, perdió $328 millones, aunque es “estacional”. Como fuere, no acusa impacto alguno por el rebrote del covid. El Iaraf alerta por eventual caída de los recursos .

Los envíos nacionales a Córdoba alcanzaron en abril pasado 19.658,86 millones de pesos, 89,18 por ciento por encima de los registrados en el mismo mes del año anterior. [privado]

El incremento, que no registra antecedentes inmediatos, esconde -sin embargo- un dato clave: la comparación es con abril de 2020, cuando la cuarentena estricta, por la pandemia, golpeó de lleno la economía y por consiguiente los recursos públicos.

En ese contexto, no sorprende el incremento que incluso se debería replicar con algunas diferencias en el mes en curso.

En todo caso, un análisis más atado a la realidad es comparar la coparticipación de abril respecto a los meses anteriores. Así, los giros del cuarto mes del año se ubicaron 328 millones de pesos por debajo del mes inmediato anterior.

En rigor, los envíos de abril fueron más bajos que los de marzo e incluso que enero pasado.

Fuentes oficiales consultadas por Comercio y Justicia aseguraron que se trata de una baja “estacional”.

En rigor, los giros nacionales no parecen acusar, al menos por ahora, ninguna señal de las restricciones impuestas por el Gobierno nacional -en menor medida por las provincias- respecto a algunas actividades económicas, producto del aumento de contagios de coronavirus.

“Son números buenos, por ahora no hay señales de impacto de una eventual baja del consumo o merma por los cierres. En todo caso habrá que ver más adelante”, admitió a este medio una fuente del Ejecutivo provincial.

Es que, más allá de la caída respecto a marzo, la coparticipación a Córdoba se mantiene vigorosa y anotó ya su novena suba consecutiva en términos reales, esta vez de 32 por ciento.

La evolución de los envíos nacionales acumularon así, en los primeros cuatro meses, un total de 78.911,8 millones de pesos, 68,65 por ciento más que en igual período del año pasado y muy por encima de la inflación interanual.

De esta manera, la administración de Juan Schiaretti se asegura, por ahora, un buen flujo de ingresos para sostener la política de gastos, actualmente complicada por la necesidad de atender nuevos frentes, por ejemplo en el área salud, por la llegada de la segunda ola de coronavirus.

De todas formas, también debe lidiar con la suba de los costos de la obra pública que, tal como informó el viernes este medio, registró un fuerte incremento en sus principales insumos, entre ellos el asfalto, que trepó 13 por ciento en marzo y 38 por ciento en apenas un trimestre.

En paralelo -aunque no todavía-, el Gobierno provincial seguramente deberá revisar el acuerdo salarial con los estatales, cuya paritaria incluye esa posibilidad y que, a juzgar por la evolución de la inflación, es un hecho que será renegociada.

Mientras esta semana se difundirán los datos de la recaudación propia, que en principio creció con fuerza -aunque no en el nivel en que lo hizo la coparticipación-, el dato positivo es que la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) giró en tiempo y forma los recursos para la cobertura del déficit de la Caja, claves para sostener ese quebranto y para liberar al Tesoro provincial de un flujo de fondos que, de otra forma, complicarían sobremanera los números de la Provincia.

Los números, según el Iaraf

Las cifras efectivas del cierre de ingresos y gastos de 2020 (mejor que las esperadas en el Presupuesto para este año) permiten volver a poner en perspectiva lo esperado para 2021 en las distintas líneas presupuestarias, señala un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf)

En paralelo y en comparación con el año pasado, hubo una mejora en los resultados fiscales en el primer trimestre. El déficit primario se redujo 69,7 por ciento en términos reales, y el déficit fiscal resultó 60 por ciento real inferior al de 2020.

Sin “gasto covid”, el déficit primario 2021 podría ser de 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Con los datos disponibles del comportamiento de ingresos y gastos del sector público en los tres primeros meses del 2021, y teniendo en cuenta la estructura temporal habitual de los diferentes rubros, se estima que el resultado primario del sector público nacional no financiero para 2021 será deficitario y podrá ubicarse en 2,7 por ciento del PIB, es decir algo más elevado que el déficit del presupuesto “corregido” por cierre efectivo 2020, pero definitivamente más bajo que el 4,2 por ciento que figuraba en la ley escrita para 2021.

Claramente, la “confirmación” de la segunda ola de la covid desde abril, sumada al aumento de las restricciones a la movilidad y a la economía asociadas a la estrategia para su contención, generarán la necesidad de mayores transferencias de ingresos a familias y empresas afectadas. En ese sentido, estos mayores gastos y el posible freno en los ingresos fiscales podrían empeorar el resultado fiscal.

El punto es que el piso para el déficit se estima en un nivel alrededor de 1,5 punto porcentual más bajo que el presupuestado. Este 1,5 por ciento del PIB sería el pulmón o colchón fiscal para enfrentar el coronavirus en 2021 sin empeorar el resultado deficitario originalmente previsto. Resulta clave -concluye el informe del Iaraf- que, dada la experiencia lograda en 2020, los recursos se focalicen de manera tal de lograr la mayor eficacia y eficiencia posibles. [/privado]