En la Fundación Mediterránea estiman que, en un escenario optimista, “lo peor de la recesión podría estar quedando atrás”, pero de todas maneras “la actividad no crecería hasta fin de año y el PIB caería 3% en 2009”. Con respecto a las características del proceso de abandono de la “recesión”, descartaron una “salida rápida (tipo V)” y consideraron más posible una “con recuperaciones y caídas (tipo W), u otra con una lenta recuperación (tipo U)” durante 2010. Esto ocurre, centralmente, por la falta de credibilidad política en el Gobierno nacional para mejorar las expectativas económicas.
El análisis de la fundación fue expuesto ayer por Gustavo Reyes, economista del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) en Mendoza, quien acompañó al consultor político Manuel Mora y Araujo.
Según el análisis de Reyes, la economía argentina entró en recesión en el tercer trimestre de 2008. Consideró además que la intensidad del actual proceso recesivo (-4,7% de caída en los dos primeros trimestres) se encuentra por debajo del promedio de las recesiones ocurridas en el país desde 1980 (-5,2%), y lejos de los picos de 1985 (-8,2%) y 1988 (-6,3%).
Con respecto a la salida del proceso recesivo, el economista consideró que, aun en un escenario optimista el país deberá enfrentar “riesgos”. Entre ellos, puntualizó la necesidad de un “ajuste en las cuentas fiscales”, de frenar la fuga de capitales y de afrontar “la presión inflacionaria”. De todas maneras, Reyes consideró que estos “riesgos” ya estuvieron en el país y que la actual situación “es peor porque el mundo no podrá empujarnos y el Gobierno no tiene credibilidad para cambiar las expectativas”. Por eso, concluyó, “es difícil una recuperación rápida”.