El efecto de la fuerte sequía que azotó al país durante el verano se hace presente en el nuevo relevamiento del Indec. También se conoció el informe de inflación mayorista, que se volvió a desacelerar pero se ubicó en 7,5% para el mes de junio.
La actividad económica mostró en mayo un retroceso y tuvo una caída interanual de 5,5%, según informó este martes el Indec. De esa forma, acumuló dos meses seguidos con cifras negativas, ya que en abril el organismo había detectado una contracción anual en el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de 4,2 por ciento. La actividad agrícola tuvo el desplome más pronunciado del año, por el efecto de la sequía.
Con esta cifra, la actividad económica acumulada de los primeros cinco meses del año fue de 1,3%, mientras que en la comparación mensual, el EMAE de mayo registró una merma leve de 0,1% con relación a abril.
La actividad agrícola fue la que tuvo los números más críticos por el impacto de la sequía. En mayo, en la comparación interanual, tuvo un desplome de 43,8%, lo que implica el número de caída más marcado en lo que va del año, que hasta el momento correspondía a abril, con -37 por ciento.
La pesca, por su parte, tuvo una contracción anual de 22,6 por ciento. Le siguieron, en ese ránking de rubros productivos que tuvieron números rojos en mayo Electricidad, Gas y Agua, con -6,6%, Impuesto netos y subsidios (-2,8%) y Transporte y Comunicaciones (-2,7 por ciento).
Del otro lado, una serie de actividades tuvo una mejora en la comparación anual: Minería (5,3%), Hoteles y restaurantes (4,1%), Comercio mayorista, minorista y reparaciones (2,8%), Enseñanza (2,6%), administración pública y defensa (2,4%), Construcción (2%), entre otros.
El Indec había indicado hace algunos días que la industria manufacturera seguía atravesando un período de inestabilidad. En términos generales, sumando el nivel de actividad de todas las fábricas, se observó en mayo una mejora interanual de 1,1 por ciento.
En la comparación mensual desestacionalizada con abril se registró una caída de 1,5%, pero aún así el acumulado de los primeros cinco meses del año mostró resultados positivos. De acuerdo con la medición del organismo, entre enero y mayo la industria nacional produjo 2,2% más que en los primeros cinco meses del año pasado.
Por otra parte, según información oficial, en el quinto mes del año la actividad de la construcción retrocedió 2,9% interanual y 2,2% en comparación a marzo (variación desestacionalizada). En tanto, el acumulado de los primeros cinco meses refleja una caída de 1,9 por ciento.
La Unión Industrial Argentina (UIA), en un informe reciente, había alertado sobre el freno en la actividad fabril: “Los datos disponibles de mayo volvieron a mostrar una situación dispar, con sectores que siguen traccionando (automotor a partir de datos de producción y ventas) y otros que muestran un menor desempeño (caída de patentamientos de maquinaria y de ventas de insumos para la construcción)”.
Respecto a las causas, una encuesta entre ejecutivos industriales hecho por esa entidad mostró como conclusión: “Las restricciones al giro de divisas, sumadas a las presiones en la cadena logística ante las nuevas regulaciones para la operatoria de fletes internacionales, impactaron en subas de costos y más presión en la cadena de suministros”.
Inflación mayorista
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio registró una desaceleración de la inflación por segundo mes consecutivo, pero no todos los bienes y servicios de la economía siguieron la misma tendencia. Según un informe del Indec, los valores de los productos mayoristas crecieron 7,5% en el sexto mes del año, con lo que superaron por 1,5 punto porcentual al IPC general y registraron el incremento más alto en lo que va de 2023.
La variación fue consecuencia de la suba de 7,3% en los “Productos nacionales” y de 9,7% en los “Productos importados”.
De todas formas, los precios a los que los productores e importadores venden en el mercado interno (IPIM) acumulan un incremento de 47,4% en el primer semestre de 2023, un valor que está por debajo de la inflación de ese período (50,7%), según el Sistema de índices de precios mayoristas del Indec. Casi la misma diferencia se observa en el acumulado de los últimos doce meses. Mientras el IPC avanzó 115,6%, el IPIM aumentó 112,8%.
Por otra parte, el nivel general del Índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB) -excluye el efecto impositivo del IPIM- mostró un ascenso de 7,3% en junio. En este caso, la variación se explica por la suba de 7% en los “Productos nacionales” y de 9,7% en los “Productos importados”.
Asimismo, el nivel general del Índice de precios básicos del productor (IPP) -mide sólo la producción local, sin incluir impuestos- registró un incremento de 6,6% en el mismo período, como consecuencia de la suba de 4,3% en los “Productos primarios” y de 7,5% en los “Productos manufacturados y energía eléctrica”.
En un mes récord, en el que las subas de precios fueron superiores a las del resto del año, hubo algunos bienes que se destacaron por su nivel de incremento.
Dentro de los productos primarios se destacó la suba de los productos minerales no metalíferos (9,9%) y del petróleo crudo y gas (9,9%). Por su parte, subieron 6,7% los productos pesqueros y 3,1% los agropecuarios.
En lo que respecta a los productos manufacturados, la suba más pronunciada se produjo en el rubro de “impresiones y reproducción de grabaciones”, pero también sobresalieron algunos insumos de primera necesidad, como alimentos y bebidas (7,7%) y los productos textiles (7,1%).