La entidad Industriales Pymes Argentinos (IPA) realizó distintas consideraciones sobre el convenio entre bloques económicos que el Gobierno espera cerrar antes de fin de año. La competitividad de las empresas, el financiamiento y la asimetría entre las regiones son los principales puntos conflictivos
Industriales pymes apoyaron la reinserción mundial que permitiría un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), pero pidieron el mayor de los consensos para evitar que tenga un alto costo social.
El titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, respaldó el trabajo del Gobierno argentino en pos de un convenio, pero lo instó a “poner en funcionamiento un amplio consenso con los sectores de la producción manufacturera para contemplar una aplicación progresiva a la espera de equilibrar las condiciones de competitividad asimétricas que tiñen actualmente la relación comercial”.
En este sentido, la entidad destacó “la importancia del retorno del país a los mercados mundiales por el efecto positivo que generará un mayor flujo de intercambio con la UE”, aunque alertó que “de aplicarse en el corto plazo y sin filtros desde el inicio podría poner al país en una nueva situación de recesión industrial, que afectaría al empleo argentino”.
“Hay que analizar el costo social a partir del impacto que pueden producir en el país las asimetrías comerciales con Europa, que pueden llevar al país a quedarse sin producción”, sentenció Rosato, quien señaló que “subsidiar a la industria hasta que logre ser competitiva es más barato que el costo social para sostener la desindustrialización”.
En la misma línea, los industriales pymes pidieron al Gobierno nacional que convoque a una mesa de consenso para conocer los términos del acuerdo.
La entidad sostuvo que la fundamentación del plan “generará tranquilidad y dinamizará las inversiones” al sostener que “a partir del diálogo serio y responsable se podrán aportar propuestas y medidas que vayan en la misma dirección”.
“Necesitamos que el Gobierno se siente con la industria y se haga un debate y un análisis sobre la negociación y, así, desde el sector privado, podremos planificar cómo nos insertamos en el mundo a través del libre comercio; sabemos y estamos dispuestos a hacer el esfuerzo que sea necesario, pero con una política económica, financiera e industrial a corto, mediano y largo plazos definida”, enfatizó Rosato.
Otro de los puntos centrales que señaló IPA es “el problema de la triangulación de producción manufacturada para evitar que ingresen a la región productos que previenen de otros países extra zona UE, con precios de dumping, como sucedió con China, pero con la etiqueta europea”.
Por este motivo, los industriales reclamaron que exista la certificación de origen con una participación de 70% de insumos locales.
Además, el dirigente fabril reclamó “previsibilidad en los mensajes que da el Gobierno”, y advirtió que “Argentina no está en condiciones de competir en estas variables” por los actuales costos del país.
En ese sentido señaló la necesidad de reducir la alícuota de ART que en la actualidad oscila 12% pero que “debería ser de 1,5%”; y reclamó el fin de los embargos de la AFIP a pymes que afrontan sus compromisos.
Además, advirtió que las fábricas argentinas necesitan, para competir en un mercado de libre comercio, “tener un financiamiento similar al que acceden en los países europeos porque no se puede competir con una tasa de 30%”.