Lo advierte un informe del Instituto de Estadísticas de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, que refleja la incidencia de las erogaciones de estos dos rubros en el total de las percepciones monetarias de dos familias tipo, una de clase media y otra de media-baja.
El Observatorio de Servicios que releva el Instituto de Estadísticas de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Córdoba advirtió de que las erogaciones en concepto de pago de impuestos y servicios representaron en septiembre hasta 80% de los ingresos totales de una familia cordobesa de clase media.
Sucede que, según el relevamiento, servicios básicos como el gas tuvieron una variación en su tarifa de 829,1%, el agua de 62,6%, la telefonía fija de 48,7% y la nafta de 46,8%, todas las subas entre diciembre de 2013 y el mes pasado.
Las erogaciones monitoreadas por el instituto fueron los impuestos Inmobiliarios urbanos (municipal y provincial), y sobre los Automotores (municipal y provincial); y el consumo de los servicios de energía eléctrica, provisión de agua potable y gas; movilidad y transporte (ómnibus, taxis y remises, transporte escolar, nafta y seguro automotor); educación (cuotas de escuelas privadas); telecomunicaciones (telefonía fija, celular, Internet, televisión por cable); obra social y servicio doméstico.
Con la finalidad de conocer el impacto real que han tenido dichas fluctuaciones en las economías familiares se construyeron dos perfiles de familias “tipo”, en función de los ingresos que posee cada una y del nivel de consumo que efectúan.
El primer grupo, denominado “Familia I”, se encuentra constituida por un adulto varón de entre 30 y 59 años, empleado de la construcción, una mujer de igual franja etária, empleada doméstica, y dos niños en edad escolar que asisten a una institución pública, utilizan servicios de salud en nosocomios públicos y se movilizan en transporte público o en una moto particular. Los ingresos de esta familia, según el cálculo de la Defensoría del Pueblo, no superan 7.500 pesos mensuales.
El segundo perfil, denominado “Familia II”, se encuentra conformada por un adulto varón y una mujer, ambos empleados de comercio, y dos niños (uno que asiste a un colegio primario privado y otro a un secundario privado). La familia es contribuyente de tasas regulares para los impuestos y de tarifas de tipo residenciales para los servicios, posee obra social prepaga y se movilizan en taxi, remís y vehículo particular y tiene servicio doméstico. Según la descripción, esta familia tiene un ingreso total que no supera 15.000 pesos mensuales.
Con base en ello, el Instituto de Estadísticas de la Defensoría calculó que en septiembre pasado, la “Familia I” debió desembolsar 1.217,38 pesos para cubrir su canasta de servicios; es decir, 30,08% más de lo que pagaba en diciembre 2013 (935,89 pesos).
Mientras tanto, la “Familia II” necesitó contar con al menos 11.876,95 pesos, 35,61% más que en diciembre del año pasado, para cubrir su canasta de impuestos y servicios.
A partir de allí, el instituto determinó que la “Familia I” debe destinar 16,23% de sus ingresos totales a cubrir sus gastos en servicios e impuestos; mientras que la canasta de la “Familia II” representó 79,18% del total de las percepciones monetarias familiares.
Cabe destacar que la Defensoría aclaró que los porcentajes del primer caso se obtuvieron al suponer un consumo mínimo de servicios (no utiliza teléfono fijo, TV por cable, Internet, taxis, etcétera) y el acceso a algunos beneficios sociales, como ser garrafa social y Boleto Educativo Gratuito. “Existen ciertos casos particulares, como la energía eléctrica, que posee comportamiento disímil, no exclusivamente por la variación de tarifas sino por el perfil de consumo de la familia”, se indicó.
Incrementos
Finalmente, el trabajo subrayó el hecho de que servicios básicos como el gas tuvieron una variación de 829,10% y el agua de 62,65% entre diciembre de 2013 y septiembre pasado.
Otros servicios como la telefonía fija registró un incremento de 48,71%; la nafta de 46,82%, el seguro del automotor de 40,92%, los impuestos municipales y provinciales del orden de 29,60%, todos ellos considerados para una familia de la denominada tipo II en la que, según el instituto, estaría representada la clase media.