Se comprometió a no retocar este tributo, que -de hecho- se ajusta por inflación y nivel de actividad. También dijo que habrá un aumento del piso de facturación para mantener exenciones o bien el descuento del 30%. Ante el G-6, De la Sota admitió un panorama ajustado para el cierre del año, con reasignación del gasto ante recaudación desacelerada.
El gobernador José Manuel de la Sota anticipó que no habrá cambios en las alícuotas del impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB) para los sectores productivos y comerciales de la provincia en 2015 y también adelantó que habrá una suba del mínimo no imponible para mantener tanto las exenciones como el descuento de 30% en el tributo.
Los datos que el mandatario confirmó el miércoles por la noche a las entidades empresariales nucleadas en el denominado Grupo de los Seis (G-6) van en línea con la información anticipada ese mismo día por Comercio y Justicia respecto a la política fiscal del Gobierno con vistas al año próximo.
De hecho, el impuesto a los Ingresos Brutos se ajusta “naturalmente” por inflación o por nivel de actividad. En tanto, la suba de los mínimos ratifica el dato deslizado por el propio De la Sota a este medio que, en su edición del miércoles había adelantado un alza generalizada de tributos, tasas y fondos específicos en torno a 30%, y un aumento mayor en Automotores, conforme el del valor de los autos en el último año, que actúa como base imponible para el cálculo de esa obligación.
Datos más precisos
Los datos preliminares del encuentro entre el G-6 y De la Sota, que habían sido reflejados en la edición de ayer, dieron ahora paso a detalles más precisos. Es que el encuentro, asado de por medio, se extendió prácticamente hasta la medianoche.
En esa instancia, las entidades plantearon en conjunto la necesidad de, al menos, no incrementar la presión fiscal vía Ingresos Brutos, exigencia que fue atendida. Respecto a los mínimos no imponibles, De la Sota dijo que se revisarán a la suba y que enviará copia del anteproyecto antes de salir a la luz.
Por lo demás, el vocero del G-6, Manuel San Pedro, confirmó a este medio que el mandatario trazó un panorama complejo sobre la marcha de las cuentas públicas, con un cierre ajustado ante una recaudación con signos de desaceleración y con la necesidad de reasignar gastos para atender lo indispensable, sin desatender obras claves.
De la Sota recordó que las erogaciones en áreas determinadas han crecido conforme la demanda que genera la crisis, por ejemplo el gasto en ayuda social, Paicor y salud pública.
Con todo, confirmó que se atenderá el pago de sueldos, aguinaldos y a proveedores sin endeudamiento.
Las entidades empresarias preparan un primer informe del tablero de comando con la situación de cada sector, con caídas generales en la actividad.