El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que la recuperación económica que experimentó Argentina en 2021 en el empleo, la producción y la inversión “fue realmente fuertísima, superior con creces a cualquier pronóstico”.
Guzmán, en su cuenta en la red social Twitter, se manifestó de esta forma sobre los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que mostraron que el PBI marcó un crecimiento de 10,3% en 2021; que el desempleo bajó a siete por ciento en último trimestre del año pasado y que la inversión marcó una mejora de 32,9%.
“Los datos son contundentes. Argentina experimentó en 2021 un crecimiento récord en décadas, siendo la primera suba luego de tres años consecutivos en baja (-2,6% en 2018; -2% en 2019 y -9,9% en 2020). La inversión, motor de este crecimiento, tuvo la misma dinámica: trepó 32,9%”, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda, que en las últimas tres jornadas estuvo en la capital gala donde mantuvo una reunión con el Club de París y participó en un encuentro de la Agencia Internacional de Energía (IEA).
“La recuperación del empleo también es muy fuerte. Creció la tasa de empleo a 43,6%, y bajó la tasa de desempleo a 7%. Esto significa 1,1 millón de empleos más que en el primer trimestre de 2019, a pesar de la pandemia”, agregó el ministro.
Por último, Guzmán dijo: “Esta recuperación es el resultado de políticas que priorizaron al trabajo y la producción y cuidaron al tejido productivo en el peor momento del covid” y agregó: “Seguimos construyendo bases para que esa recuperación continúe y se sostenga”
24 de marzo
El ministro aseguró que la “violencia represiva” que ejerció la última dictadura “estuvo acompañada y sustentada también en un proyecto económico” que golpeó a las fuerzas productivas y sociales del país, “con consecuencias que llegan hasta hoy”.
“La violencia represiva que ejerció la dictadura estuvo acompañada y sustentada también en un proyecto económico que, a través de la desindustrialización, la bicicleta financiera y el endeudamiento externo (al que además se sumó la estatización de la deuda externa de los privados), golpeó las fuerzas productivas y sociales del país, con consecuencias que llegan hasta hoy”, afirmó Guzmán.
En ese sentido, recordó además de “la exclusión y desmovilización política de los sectores populares”, el gobierno militar provocó que “entre 1975 y 1982 el producto bruto industrial cayó más del 20%, la ocupación se redujo en un 35%, expulsando alrededor de 400.000 personas del mercado laboral; cerraron alrededor del 20% de los establecimientos fabriles de mayor tamaño y la participación de los trabajadores en los ingresos cayó del 49% en 1975 al 32% en 1982”.