El “corrimiento” de la cotización del real afecta directamente la competitividad argentina y repercute también en los niveles de demanda de productos nacionales en el vecino país, en un contexto de retracción del comercio bilateral.
El gobierno de Cristina Fernández “mira con atención” la depreciación de real brasileño, el ajuste fiscal y otras medidas económicas del principal socio comercial de Argentina, según admitió el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
“Miramos con atención lo que pasa con un primus inter pares en el Mercosur”, sostuvo el funcionario, y agregó que las medidas anunciadas por la presidenta Dilma Rousseff son “duras”.
Fernández señaló que en dos Estados brasileños los ciudadanos están “preparados para hacer manifestaciones, no importa cuál fuera el mensaje”, y acotó que más allá de éste “hay preocupación”.
Rousseff expresó el lunes que manifestarse es un derecho ciudadano pero advirtió de que no tolerará la violencia, luego de que se registraron cacerolazos durante un discurso que dio la noche anterior en defensa del ajuste económico.
Rousseff, cuestionada
Las muestras de repudio se hicieron sentir en distintas ciudades, según medios locales, pero los registros periodísticos y videos aficionados divulgados no permitieron determinar su magnitud. En San Pablo, capital económica de Brasil, donde gran parte de la población apoya los partidos de la oposición, se escucharon agravios y pedidos de destitución de la mandataria, que empezó su segundo mandato hace apenas de dos meses.
Rousseff llamó a los brasileños a respaldar las políticas de austeridad fiscal, señalando que el ajuste durará el tiempo que se necesite y que los resultados positivos comenzarán a verse a fines de este año.
Con una economía estancada y problemas con sus aliados de coalición debido a un escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, la presidenta brasileña necesita apoyo para tomar medidas impopulares destinadas a reducir el déficit y preservar el grado de inversión del país.
Competitividad, en baja
Al gobierno de Cristina Fernández le preocupa la depreciación del real debido a que le quita competitividad a los productos de industria argentina, aunque el ajuste en el vecino país también es un problema porque puede hacer caer aún más la ya deprimida demanda importadora. El comercio bilateral con Brasil se redujo 21 por ciento en febrero en relación con el mismo mes del año pasado, debido al retroceso tanto de exportaciones como de importaciones, que dejó un déficit para Argentina de 154 millones de dólares.
Las exportaciones argentinas durante el mes pasado sumaron 814 millones de dólares, lo que representó una baja de 25,6 por ciento, mientras que las importaciones totalizaron 968 millones de dólares, lo que implicó un retroceso de 16,9 por ciento.