El titular de Coninagro, Carlos Garetto, estimó que las pérdidas del agro por la sequía y la “ausencia” de medidas oficiales ya suman 4.000 millones de dólares, y alertó que además el Estado se pierde de recaudar 1.880 millones de dólares. Tanto Garetto como Pedro Apaolaza, titular de Carbap, consideraron que el productor no va a tener recursos para pagar los impuestos, por lo que es conveniente que se declare la emergencia y desastre nacional. “Muchos productores no tienen ni para darles de comer a sus hijos”, dijo Gareto.
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