Se trata de Owl Creek, que junto con otros inversores busca convencer al 25% de los tenedores de bonos Par con el fin de exigir el pago total del título, por US$5.400 millones. El fin declarado es forzar una nueva renegociación. Prometen utilidades de 100%.
El fondo de inversión Owl Creek Asset Management LP avanza en una estrategia para pedir el pago inmediato o “aceleración” de bonos argentinos en default técnico, ya que en la jornada de hoy vence el período de gracia de los bonos Par.
Según indicó la agencia Bloomberg, Owl Creek es un fondo de cobertura con sede en Nueva York, con 3.900 millones de dólares de activos.
Ese fondo también se halla manteniendo conversaciones con abogados del grupo Kirkland & Ellis LLP para encontrar inversores interesados “que posean títulos denominados en dólares con vencimiento 2038”.
El grupo debería tener por lo menos 25% de los 5.400 millones de dólares de deuda para acelerar después de que oficialmente entren en default hoy, 30 de octubre.
El fondo Owl Creek había anunciado en agosto último, cuando presentó el “Fondo de Recuperación de Argentina”, que la aceleración de los llamados bonos Par (que cotizan en alrededor de 54 centavos de dólar) puede proporcionar a los inversores una rentabilidad bruta de 100% en una reestructuración posterior.
La compañía dijo que esto podría suceder en enero, cuando Argentina, después del vencimiento de la cláusula RUFO, pueda negociar con los otros fondos que ganaron una demanda y bloquearon los pagos de la deuda de bonos en default de 2001.
Los bonos “tienen el derecho de acelerar y gozan de un principio que es el de ser pagados en su totalidad”, dijo en la presentación Owl Creek.
“Esto llevaría a nuevas negociaciones en enero, y probablemente un nuevo canje bonos sea el resultado y que coticen de forma similar a los Par”, según la nota.
Golpear para negociar
Un análisis firmado por el especialista Julián Guarino, publicado por Cronista.com, sostiene que la real intención de Owl Creek no es en última instancia causar la aceleración sino la renegociación.
“Los inversores pueden, con el 25% de la emisión, pedirle al Gobierno que pague todo el bono. Sin embargo, con la tenencia del 50% del total de la emisión de esos bonos, pueden ‘deshacer’ ese pedido o desacelerar”, señala el texto. Es decir, de llegar al primer escalón, derrumban el título. Pero saben que en ese caso poco lograrían de Argentina, decidida a encauzar las cancelaciones según la Ley de Pago Soberano. En otras palabras, aún caído el bono, es poco probable que cobren.
Lo que pretenden, en cambio -según indica el analista-, es acelerar el pago (con 25%), pero luego ostentar con la tenencia de la mitad de los títulos, monstrando en su poder la llave para renegociar.