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El 2024 será recordado por las farmacias como uno de los años más duros de los últimos tiempos. La llegada al gobierno de Javier Milei trajo consigo un cambio radical en el mercado de medicamentos, al que se busca desregular completamente, poniendo en peligro el modelo sanitarista que lleva décadas de funcionamiento en el país.
Las medidas incluyeron un intento de quitar la exclusividad de la propiedad de los farmacéuticos en los mostradores (desde el DNU 70/2023 hasta la Ley Bases), la posibilidad de ofrecer productos de venta libre (denominados OTC en la jerga farmacéutica y de laboratorios) en kioscos y otros locales y la liberación de precios, todo lo cual generó un tembladeral en la comunidad farmacéutica, porque modificó sus esquemas de costos, alejó clientela y sobre todo cambió los márgenes de rentabilidad a partir de la baja en el ritmo de rotación de productos.
Este cóctel explosivo de medidas se reflejó en un aumento indiscriminado de precios de distintas categorías de productos y medicamentos durante buena parte del año. Por lo mismo, se provocó una crisis de acceso a los tratamientos y por supuesto, una abrupta baja en la dispensa, que si bien fue grave en el primer semestre y más leve en el segundo, se mantuvo todo el año.
En su habitual informe mensual, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) confirmó que en diciembre pasado hubo una recuperación en la venta en los mostradores, pero que no logró frenar la caída anual, que se ubicó en torno de los 20 puntos comparado con el año anterior. Es decir que se dejó de vender uno de cada cinco productos, o desapareció uno de cada cinco mostradores, o se produjo una combinación de ambos efectos. Gravísimo.
Los remedios “están caros”
Según el reporte, las ventas “subieron 10,3 por ciento anual en diciembre, a precios constantes, pero cayeron 19,9 por ciento en el año”. En la comparación intermensual “crecieron 2,6 por ciento”, es decir, crecieron un poco respecto a noviembre del 2024.
“Si bien el resultado del mes fue bueno no alcanzó para compensar la caída de casi 20 por ciento anual que tuvieron las ventas en diciembre del año pasado”, analizó la CAME, que marcó que a eso se sumó que “los consumidores perciben que los medicamentos están caros”.
Además, informó que “se vendieron más productos genéricos que lo habitual, además de productos en bajas dosis”. Se trata de los típicos efectos que se observan en el resto de la cadena comercial cuando los bolsillos flaquean y los cintos se ajustan: la opción por segundas marcas y la compra “al peso”.
¿Cambio de tendencia?
En su trabajo sobre ventas minoristas, la CAME recalcó que durante diciembre “el movimiento comercial fue muy intenso y se mantuvo constante a lo largo de todo el mes”. “Incluso post Navidad las ventas continuaron con fuerza. Empresarios consultados señalaron que este año el clima navideño se extendió hasta fin de mes, lo que explica los resultados de diciembre muy por encima a los obtenidos para las ventas de Navidad. También fueron de mucho apoyo las opciones de financiamiento bancario”, dijeron en el informe mensual, elaborado por el Índice de Ventas Minoristas Pymes de la entidad, elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.262 comercios minoristas del país, realizado entre el 2 y el 3 de enero de 2025.
Así, en diciembre, los siete rubros relevados registraron subas interanuales en sus ventas. El mayor incremento se detectó en Bazar, decoración, textiles de hogar y muebles (+23,4 por ciento), seguido por Alimentos y bebidas (+21,2 por ciento), Calzado y marroquinería (+19,6 por ciento) y Textil e indumentaria (+18,9 por ciento). En el acumulado del año, la mayor baja la tuvieron las Perfumerías (-24,5 por ciento) y Farmacias (-19,9 por ciento). Textil e indumentaria fue el único rubro en alza (+2,9 por ciento).
Por supuesto, la pregunta es si lo observado en diciembre es el inicio de un cambio de tendencia o sólo se trata de un fenómeno temporal, vinculado con el cierre de año. Por supuesto, el interrogante queda abierto hacia el futuro inmediato, aunque la notable fortaleza de los números mostrados por CAME habilita a pensar efectivamente en un probable cambio de tendencia.
Perspectivas 2025
En cuanto al futuro y lo que espera el sector para el 2025, la carga impositiva continuó siendo en diciembre el problema más relevante para el comercio, concentrando más de 67 por ciento de las respuestas sobre las principales políticas que esperarían del Gobierno nacional.
Saliendo del tema impositivo, CAME informó que “sobresalió el reclamo de medidas que fortalezcan la demanda interna (13 por ciento de las respuestas) y la simplificación burocrática (8,2 por ciento)”.
Al momento de mencionar los obstáculos que enfrenta la pyme, en diciembre el 42,4 por ciento sugirió la falta de ventas. Cabe destacar que en el Índice de Ventas Minoristas de noviembre de 2024 el 50,6 por ciento de los comerciantes identificó a la falta de ventas como el principal obstáculo.
La encuesta comercial
Por otra parte, “durante el último mes del año pasado el 35,1 por ciento reconoció a los altos costos de producción y logísticos como problemática, el 10,1 por ciento se refirió a las dificultades para acceder al crédito y el 3,6 por ciento a los inconvenientes de cobranzas”.
Para paliar la coyuntura actual, el 38,9 por ciento de las empresas consultadas diversificó productos y otro 21,9 por ciento redujo sus costos operativos.
En cuanto a la capacidad para cumplir con el pago de sueldos durante diciembre, el sector de Alimentos y bebidas fue el que tuvo más dificultades en diciembre, con un 22 por ciento de los comercios indicando problemas, seguido por Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción, donde el 18,7 por ciento reportó inconvenientes.
En el extremo opuesto, el sector de Perfumerías fue el que menos problemas tuvo, ya que sólo 6,5 por ciento tuvo dificultades.
