El Gobierno consiguió financiarse de mejor manera que lo esperado y cierra el año con números positivos. Dudas sobre cómo se hará frente a los vencimientos de los próximos meses
El Gobierno argentino logra terminar diciembre con cierta tranquilidad en materia financiera, ya que en el último mes del año obtuvo un endeudamiento neto de casi $700.000 millones, muy por encima de lo que vencía. A partir de esto consiguió pesos que ayudarán a cubrir el déficit fiscal sin necesidad de recurrir a los Adelantos Transitorios del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
En la última licitación de deuda del año, el equipo de Economía logró levantar $326.610 millones, que representan un 521% de lo que vencía, $62.000 millones, por lo que cosechó un financiamiento extra por $264.000 millones. El total de los instrumentos colocados en el día fueron a tasa fija y con vencimiento en 2023.
Así, el ministro Sergio Massa logró aprobar el último test del año en el mercado de capitales local, en un escenario de tensión cambiaria donde el dólar blue estuvo al alza y alcanzó valores récord, lo que suma incertidumbre a la situación de la deuda en pesos de cara a 2023.
En la previa los analistas preveían que esta subasta no implicaba un desafío, dado el bajo monto de vencimientos a renovar y porque las necesidades del programa financiero de este año ya están cerradas gracias a la anterior licitación de deuda del Tesoro realizada el 14 de diciembre. En esa oportunidad el Tesoro colocó un monto de valor efectivo de $785.573 millones y alcanzó un financiamiento neto por $420.000 millones.
El gobierno se inclinó por repetir la estrategia utilizada en las licitaciones anteriores, ofreciendo instrumentos con vencimiento previo a las PASO del año que viene: hay una Letra de Liquidez del Tesoro (Lelite) con vencimiento el 20 de enero de 2023 que solo puede ser suscripta por Fondo Comunes de Inversión a una Tasa Nominal Anual de 69%, y dos letras del Tesoro a descuento a tasa fija (LEDEs), una que vence el 28 de abril de 2023 (S28A3), y la otra caduca el 31 de mayo de 2023 (S31Y3).
Prueba superada
En la licitación de este miércoles se recibieron 1.426 ofertas que representaron un total de valor nominal de $606.982 millones, de los cuales se adjudicó un valor nominal de $411.969 millones, lo que significó un valor efectivo de $ 326.610 millones, informó el Ministerio de Economía.
Además, en la cartera económica puntualizaron que en esta licitación se alcanzó una tasa de refinanciamiento de 520%.
Así, el Tesoro logró finalizar diciembre con un financiamiento neto de casi $700.000 millones.
Desde la consultora Facimex detallaron que “la demanda estuvo fuertemente concentrada en la Lede de abril, la cual explicó el 57% de lo adjudicado a pesar de que el Tesoro rechazó más del 40% de las ofertas” en tanto que “la Lede de mayo explicó el 27% del financiamiento mientras que la Lelite el 16% restante”.
Añadieron, además, que “el Tesoro convalidó una baja de tasas de 489 puntos básicos para la Lede de abril con respecto a la licitación previa, la cual pasó de 88,9% (116,0% TEA) a 84,0% (110,1% TEA)”, mientras que para la nueva Lede de mayo se cortó en 87,0% (110,1% TEA).
La licitación no despeja las dudas
Pedro Siaba Serrate, estratega de PPI, evaluó que al igual que en licitación anterior, surge “otra vez el mismo interrogante: ¿De dónde salen estos pesos?”.
“Habíamos mencionado que era importante dejar una buena imagen en 2022 -en especial, dado que en el primer día hábil de 2023 se deben pagar los cupones del DICP y CUAP que suman cerca de $46.000 millones- pero nunca nos imaginamos un resultado de este estilo. Más allá que algunos jugadores del sector privado estén swappeando LECER para incorporar LEDEs ante las proyecciones más optimistas de inflación para los próximos tres meses, no nos cabe duda de que la mayor demanda provino del sector público”, especuló.
En sintonía, Nery Persichini, de GMA Capital, planteó que “los números fueron muy positivos para el Tesoro en virtud de que obtuvo casi 10 veces lo que vencía y de que lo logró sin ofrecer títulos indexados, y lo hizo convalidando una tasa de referencia, en el caso de la LEDE a abril, de 110% TEA, que es un rendimiento similar al del mercado secundario y es 7 puntos porcentuales inferior a lo que había pagado en la primera licitación del mes” pero también recalcó que “nos queda la incógnita acerca de cuánto fue la participación pública en la subasta”.
El analista Gustavo Ber concordó que “vuelve a mostrar importantes niveles de ofertas que permiten alcanzar un significativo financiamiento neto, lo que es una señal positiva frente a los abultados y concentrados vencimientos a afrontar antes de las PASO”.
Desde PPI agregaron: “Nuestras primeras simulaciones de refinanciamiento para el año que viene muestran un escenario muy preocupante si no se logra estirar duration en los próximos meses. A modo de resumen, manteniendo las variables de roll-over y de extensión de duration, la ventana entre julio/septiembre (antes de las elecciones) se vuelve inviable. El primer mes contará con vencimientos por $1.186.000 millones y la primera licitación del año será el 18 de enero”.
Por su parte, el economista Federico Glustein opinó que “es un excelente resultado, que le permite cierta previsión en lo que va a venir en concepto de vencimientos pero es peligroso en cuanto a que la tasa continua alta, por lo que a futuro, va a tener que emitir fuertemente y en ese contexto bajar la inflación será difícil.
En cambio, Pablo Repetto, jefe de research de Aurum Valores, agregó: “Ya sucedió en la licitación anterior un anuncio similar de volúmenes altos de colocación conseguidos a fuerza de emisión por compra de bonos en pesos y por baja de leliqs y pases, ambos movimientos expansivos que, muy llamativamente, el FMI deja pasar como si no tuviera consecuencias para la macro”, señaló.