La razón sería el arrastre negativo de 2018, dado que “lo peor se vio en el último trimestre”. Ecolatina consideró que los próximos aumentos de los haberes no alcanzarán, lo que se verá reflejado en el nivel de compras. Además, gran parte de las mejoras se destinarán a las subas de las tarifas
El consumo privado volverá a caer este año 1,4% interanual, levemente por debajo del 1,5% que cedió en 2018, según un informe difundido ayer por la consultora económica Ecolatina.
Esto sería producto del arrastre negativo de 2018.
“Luego de que la aceleración de la inflación en el segundo semestre del año pasado deteriorara significativamente el salario real (habría caído más de 6% interanual en el promedio)”, este año, la consultora estima que “a pesar de la voluntad del gobierno de cerrar paritarias en torno a 23-25%”, los salarios subirán en torno a 35%.
Si bien este incremento será levemente superior a la inflación que estimma Ecoaltina, en torno a 33-34%, “el salario real caería nuevamente en 2019, esta vez un 3% interanual en promedio”, debido al “arrastre negativo de 2018”, indicó en su informe.
“Como lo peor del año pasado se vio en el último trimestre, la mejora del salario real que tendrá lugar en cada uno de los meses del primer semestre no será suficiente para compensar el desplome previo”, aseguró.
Al mismo tiempo, la consultora destacó que el ingreso disponible para consumo “no crecerá ya que el principal factor detrás de la inflación será la suba en los precios regulados (tarifas de los Servicios Públicos y otros gastos difícilmente eludibles como educación formal, prepagas y combustibles), que llegará a promediar un alza de 5% mensual entre febrero y abril”.
En consecuencia, indicó que una parte no menor del gasto de las familias sufrirá un ajuste de precios mayor al del nivel general, y “ante la dificultad de sustituir el consumo de regulados, tenderá a reducir el gasto en otros bienes y servicios”.
En esa línea, agregó que luego de que en 2018, el consumo privado cayera 1,5%, producto del salto cambiario y la consecuente recesión, este año “habrá dinámicas diferentes y cambios de tendencias, vinculadas que, a diferencia de años anteriores cuando el atraso cambiario, la flexibilización del régimen comercial y la regulación de impuestos sobre algunos productos como autos, motos y productos electrónicos alentaba una expansión de consumo en bienes durables, la depreciación del peso y el alto costo de financiamiento retraerá el acceso a estos”.
La consultora estimó que, como resultado de este cuadro de situación, “la caída será cercana a 1% interanual del consumo masivo, un retroceso menor al del consumo privado, que comenzará a mostrar variaciones interanuales positivas a partir del tercer trimestre, cuando el poder adquisitivo de los salarios experimente mejoras parciales respecto a 2018”.
En este sentido, “en la medida que se prevea un triunfo del oficialismo, una mayor calma cambiaria y previsibilidad, permitirán una incipiente recuperación del consumo en el segundo semestre, el que se consolidaría y sentaría las bases para un mejor 2020”.