ESCUCHARLo indicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), al precisar que en el mes pasado, las transacciones cayeron 50% interanual.
En mayo, las ventas -medidas en cantidades- cayeron 50,8% anual, tanto para el comercio electrónico como en locales físicos, informó ayer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
En un comunicado, la entidad informó que «solo un 12% de los comercios relevados pudo escapar de las consecuencias de la pandemia y finalizar el mes en alza, mientras que el resto tuvieron derrumbes de hasta 100%».
El relevamiento de la CAME se basó en 1.100 comercios de todo el país, de acuerdo con una medición realizada entre los días 1 y 6 pasados.
La CAME sostuvo que «hay fuerte preocupación en los negocios por la falta de ventas. La mayoría ya implementó la modalidad electrónica, algunos invirtieron en publicidad en redes, aun así, la salida es poca y no se cubren los gastos fijos. Además, hubo problemas con los proveedores y las entregas no están llegando a tiempo»
El informe indica que «los ramos con menos caídas fueron Alimentos y bebidas (-14,8%), Farmacias (-12,9%) y Ferreterías, materiales eléctricos y para la construcción (-35,5%). Los tres sectores, que fueron esenciales desde el inicio de la cuarentena, cayeron por debajo del promedio».
En tanto, los rubros de mayor desplome fueron Relojerías, joyerías y bijouterie (-75,6%), Indumentaria (-77,5%) y Mueblerías, decoración y artículos para el hogar (-73,2%).
Al respecto de esta coyuntura, la CAME puntualizó que «en mayo, nuevamente hubo mucha disparidad de ventas entre ramos, entre ciudades y entre comercios de un mismo sector según la política seguida frente a la cuarentena”
En detalle, agregó que “hubo negocios que cerraron al 100% y no vendieron nada, otros que se abocaron al e-commerce, algunos que abrieron con rangos horarios más largos y otros más cortos. Todos eso estuvo determinado por las medidas de cada ciudad frente a la pandemia y la presencia o no de casos de coronavirus».
Inflación
Por otro lado, al considerar que el próximo jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) divulgará la inflación también correspondiente a mayo, un informe privado de la consultora Ecolatina se cuestionó este fin de semana sobre si la desaceleración en el incremento del costo de vida en el país es “transitoria o permanente”, teniendo en cuenta el escenario de la pandemia y las medidas de aislamiento.
“Alberto Fernández asumió con el objetivo de concertar un acuerdo de precios y salarios que quedó trunco por la pandemia”, indicó el documento difundido este domingo, y agregó que, “sin embargo, la cuarentena funcionó como política antiinflacionaria aunque de manera poco tradicional y deseable: tras más de dos años, la suba de precios perforó el 2% mensual en abril y mayo”
“¿Es sostenible esta nueva dinámica? ¿Llegó para quedarse o solo durará lo que las restricciones?”, se interrogaron los especialistas, y precisaron que “corresponde analizar los múltiples factores que hacen al proceso inflacionario para encontrar una respuesta. La suba de precios cederá de manera persistente sólo si todos estos motores se apagan”.
Dentro de los componentes que permitirían pensar un escenario futuro “optimista” relativo a la inflación, Ecolatina enumeró el congelamiento momentáneo de las tensiones provenientes del campo salarial debido a que las negociaciones paritarias han sido pospuestas por la pandemia y que “las restricciones propias del aislamiento y su división entre actividades esenciales y no esenciales alteraron el set de precios relativos”.
No obstante -por otro lado- se encuentran la emisión monetaria, la presión cambiaria que se sumó en los últimos meses debido a las negociaciones sobre la deuda externa y la venta de divisas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), además de las disposiciones sobre las importaciones recientemente conocidas.
Sobre estos puntos, la consultora indicó que “se acumulan argumentos como para sostener que la baja de la inflación será más transitoria que permanente y que volvería a los niveles precuarentena, o incluso los superaría una vez pasadas las restricciones”. Indicaron los especialistas: “Paritarias que se desarrollarán algunos meses más tarde de lo usual y la mayor importancia del dólar paralelo para la formación de precios serán las claves de esta dinámica”, y aseguraron que la inflaciòn superará 45% en 2020, “de modo que la inercia entraría tan viva a 2021 como durante los últimos diez años”.
Operaciones con tarjeta de crédito crecieron 3,8% en mayo
Las operaciones a través de tarjetas de crédito registraron una suba de 3,8% respecto al cierre del mes pasado y revirtieron la desaceleración del mes previo, aunque en los últimos 90 días acumulan una baja de 0,6%.
En total, los saldos financiados con esas tarjetas alcanzaron $589.857 millones en mayo y mostraron un crecimiento interanual de 48,9%, en línea con la inflación que releva el Indec, según un informe de First Capital.
Los saldos a pagar en operaciones con tarjetas de crédito habían caído en abril 5% mensual, la retracción más pronunciada desde marzo de 2003, según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Puntualmente, el saldo al último día hábil de abril había sido de $564.882 millones, poco menos de 5% ($29.510 millones) de los $594.392 millones de fines de marzo pasado, una baja sólo comparable con la caída registrada en marzo de 2003, cuando los saldos cayeron de $2.121 millones en febrero a $2.014 millones (5,05%).
«La recuperación del saldo de las operaciones con tarjetas en el mes puede estar influenciada por el aumento del endeudamiento de las personas que optaron por diferir el pago de sus resúmenes para hacer frente a otros gastos y, en menor medida, por la preferencia de utilizar medios de pago electrónicos a la vez que se retoman parcialmente las distintas actividades económicas», aseguró Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
Sin embargo, los consumos en dólares con tarjetas de crédito continúan cayendo y mostraron una baja en relación con el mes anterior de 14,7%, lo que representa una caída interanual de 71,8%.
«La severa limitación al turismo internacional y el encarecimiento del tipo de cambio, por la aplicación del impuesto solidario, ha llevado a los saldos a un mínimo histórico», apuntó First Capital en su informe.
