El tarifazo impulsó la venta de artículos de calefacción a energías alternativas

El temor a las facturas de gas o electricidad determinó el incremento en la comercialización de artefactos casi olvidados, tales como aquellos que funcionan en base a kerosén, leña o los nuevos con alcohol natural. Aseguran que “los bolsillos están fríos”. Por Cecilia Pozzobon – [email protected]

El desproporcionado incremento aplicado por el Gobierno nacional a las tarifas de los servicios de electricidad y gas en el inicio de la temporada de frío determinó que ocurriera un cambio en las estrategias aplicadas por las familias cordobesas para calefaccionarse.
Tan es así que las ventas estacionales que se originan después de la segunda o tercera semana consecutiva de bajas temperaturas, que impulsan por lo general la comercialización de artefactos principalmente eléctricos – tales como caloventores y estufas a cuarzo-, muestran ahora caídas interanuales. “Y eso que el año pasado hizo menos frío que éste”, remarcó ayer el titular de la Cámara de Comercio de Electrodomésticos y Afines de Córdoba, Luis Méndez, en diálogo con  Comercio y Justicia.
“Se venden caloventores pero mucho menos que el año pasado”, dijo, y agregó: “Hoy la gente busca alternativas que no le signifiquen una sorpresa en la factura de luz o gas a fin de mes”, agregó el dirigente.

En ese sentido, indicó que el nuevo “artículo estrella” lo constituyen las estufas a kerosén. “Es lo que más se está vendiendo por estos días, pese a que ya no es tan sencillo conseguir el kerosén”, dijo.
“Los bolsillos están fríos. Todavía no han cerrado todas las paritarias y las familias están generando estrategias para cuidar los ingresos. Hay que tener en cuenta que hasta la venta de alimentos registra caídas”, subrayó.
En efecto, tanto las mediciones de ventas de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) -a escala nacional-, como las de la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) registraron en mayo pasado resultados generales contractivos y, en particular, para los rubros de artículos de electrodomésticos (19,6% menos para CAME y 12% para Fedecom, ambos en mayo pasado).
Estos artículos se consiguen en comercios de la capital desde 300 pesos.

“Las estufas a leña también han comenzado a venderse”, agregó, pese a que reconoció que los valores para estos artículos son bastante más elevados. En este caso, se incrementó la comercialización de las siempre vigentes salamandras, que se consiguen desde 3.000 pesos; y también las versiones más modernas de aquellas que proponen un sistema de cierre más hermético, una puerta de doble vidrio que permite la visión del fuego como elemento estético y alto rendimiento en el consumo de leña. En este caso, las propuestas parten de 10.000 pesos.
Para estos dos últimos casos, Méndez destacó la necesidad de realizar en el hogar una instalación que implica, entre otras cosas, modificaciones constructivas.
“La gente está pensando en alternativas con las cuales no tenga que medirse y pensar en la sorpresa que puede generar la factura de luz o gas. En estos casos se compra la leña, se compra el kerosén y se calefaccionan en función de lo que hay”, graficó.
Por otra parte, la venta de estufas “garraferas”, aquellas que funcionan con gas envasado, mantiene la tendencia desde el año pasado. “No es nueva esta venta. Ya se vendía bien el año pasado. En este caso, también se paga la energía por adelantado”, dijo en referencia a la garrafa.

Energías verdes
Otra alternativa que está mostrando un alza en su tendencia es la de los biohogares, artículos que calefaccionan en base a alcohol natural (elaborado a partir de remolacha o de caña de azúcar).
Federico Conti,  titular de Interiorizate, distribuidor oficial de estos artefactos en Córdoba, explicó a este medio que, como es un producto relativamente nuevo, se nota en el incremento en la venta “a medida que se va conociendo”.
“Hay dos tipos de clientes: aquellos que viven en zonas donde todavía no llega el gas natural; y los que están modificando su casa y buscan innovar y calefaccionar con energías alternativas”, explicó.
Estos artículos son importados. Respecto de sus precios, Conti reconoció que con la devaluación el valor aumentó, “pero no tanto”. Alternativas de biohagares hay desde 2.300 pesos, aunque son más estéticas que funcionales. En tanto, una opción que asegura la calefacción de una habitación media se ubica en 8.500 pesos.
Conti ubicó sus expectativas de crecimiento de comercialización de este tipo de productos en torno a 15-25%.

Por bajo la inflación
La facturación nacional del sector creció 20,5 por ciento

La facturación por la venta de electrodomésticos ascendió, al término del primer trimestre del año, a 10.963 millones de pesos, 20,5% más que en igual período de 2015, pero por debajo de la variación de precios registrada por institutos provinciales y privados, ubicada en torno a 40% interanual. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó ayer sobre estas ventas durante el primer trimestre del año.
El organismo detalló que en los tres primeros meses del año las ventas ascendieron a 10.963 millones de pesos, con un aumento interanual de 20,5%, lo que reflejó una suba por debajo de la inflación, estimada en 35,5% según el “IPC-Congreso” -que reúne y promedia las mediciones privadas hechas en Capital Federal y Gran Buenos Aires-; o en 37,3% que mensuró la Dirección de Estadística y Censos de San Luis.
Para marzo del año en curso, el panel de empresas relevadas por la encuesta alcanzaba 1.217 locales, de los cuales 268 corresponden a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 450 locales a 24 partidos del Gran Buenos Aires y 499, al resto del país.