En enero, el Ripte -que mide el promedio de los salarios “en blanco”- llegó a $555.269. En el mismo mes, para el Indec, la Canasta Básica Total (CBT), que marca el límite de la pobreza, superó por más de $41 mil a los ingresos de los trabajadores
En comparación, la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), medida por la Secretaría de Trabajo gubernamental, quedó establecida en $555.269, más de $41.000 por debajo del valor de la canasta básica. El Ripte se refiere al promedio de empleados formales estables en el país.
El análisis alcanza una connotación más negativa contemplando que el Ripte expresa los salarios brutos, antes de los descuentos por aportes patronales y previsionales. En ese marco, si se descuenta el 17% correspondiente a las cargas sociales, el promedio del salario neto de bolsillo de un trabajador formal llega a $460.873, que no cubre siquiera la canasta básica de tres personas, cuyo valor estimado es de $475.140.
En Argentina casi tres millones de personas que tienen un empleo buscan activamente otro, ya sea para reemplazar el que tienen o para sumar una segunda fuente de ingresos. “Es un escenario muy complicado, porque deprime el consumo y tiende a potenciar la recesión. Además hace correr el tiempo social y político para lo que quiere hacer el Gobierno”, analizó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
En ese sentido, sostuvo: “Lo que estamos viviendo es el peor momento. Hay un aumento muy rápido de los precios que los ingresos no han podido seguir, pero poco a poco se van a ir recomponiendo. Todo va a estar supeditado a que el marco de política económica se pueda mantener en el tiempo”.
Para Tiscornia, la disciplina fiscal “va a ir dando lugar a una menor tasa de interés, que va a ayudar a contener la inflación (…) Ahí está la fuente de que poco a poco la economía se vaya recuperando y con ella los ingresos”, concluyó.
Según el Observatorio Social de la Universidad Católica (UCA), 57,4% de los argentinos estuvo por debajo de la línea de pobreza en enero de 2024. En ese marco, el presidente Javier Milei señaló en una entrevista este viernes que la situación se profundizará los próximos meses: “El momento más duro será entre marzo y abril”.
La devaluación y la posterior disparada de precios de productos de la canasta básica fue uno de los puntos principales que llevaron a ese índice, según remarca el informe titulado “Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario postdevaluación. Escenario a diciembre 2023 y enero 2024”. Se calcula que cerca de 27 millones de personas son pobres en Argentina.
A su vez, el estudio registró un crecimiento exponencial en la situación de indigencia del país. En el tercer trimestre del 2023, este índice era del 9,6%, que pasó a ser del 14,2% en diciembre y alcanzó el 15% en enero pasado, que representaría a 7 millones de personas. El incremento se condice con las cifras de la pobreza: del 44,7% del tercer trimestre del año pasado ascendió al 49,5% de diciembre y al 57,4% del último mes. Se trata de la cifra más alta desde que el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) comenzó a registrar la pobreza, en 2004.
Los datos contemplaron que, para enero, la canasta de pobreza en el AMBA para una persona adulta fue de $193.146 y para una familia tipo de $596.823, sin considerar el alquiler. El último dato oficial del Indec, correspondiente al primer semestre de 2023, mostró 40,1% de pobreza. La situación a diciembre se conocerá el próximo 27 de marzo.