El Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) sostuvo que la recesión actual cumplió ya siete trimestres, por lo que es una de las más prolongadas en tres décadas, y que uno de los principales determinantes fue “la fuga de capitales que se inició en el primer semestre de 2018, a lo que se acoplaron en 2019 políticas restrictivas en lo fiscal y crediticio”.
La entidad que depende de la Fundación Mediterránea, en sus habituales Informes de Coyuntura afirmó que “en siete episodios de default por los que atravesó la economía argentina en su historia, nunca salió indemne, con repercusiones negativas en términos de nivel de actividad y de presiones devaluatorias e inflacionarias”.
El análisis corresponde al investigador económico del Ieral Gustavo Reyes, quien consideró que si se toma como referencia ese historial de default, “en la dinámica de corto plazo es muy relevante el desenlace del proceso de reestructuración de la deuda pública”, y que “no se trata sólo de un arreglo con los acreedores sino de la necesidad de una fuerte baja del riesgo país el día después de ese proceso”.
En ese marco, el informe que publica el sitio web del Ieral también considera importante lograr la “reversión de la fuga de capitales”, así como la “recuperación en el segmento del crédito al sector privado”.
No obstante, advierte de que a mediano y largo plazos “es clave lo que ocurra con la inversión”, que no se encuentra afectada sólo por el elevado riesgo país sino también por el esquema de control de cambios, la elevada presión tributaria, la incertidumbre vinculada con la sustentabilidad de la deuda y las recurrentes escaladas inflacionarias.
“Junto con la inversión, se necesitan avances constantes de productividad, para lo que es clave una mayor integración comercial con la región y el mundo”, resaltó el analista económico.