ESCUCHAREl objetivo es incentivar la exportación de nuevos modelos, con la condición de que las piezas importadas sean gradualmente reemplazadas por otras de fabricación nacional. El sector está fuertemente gravado y tiene una balanza comercial deficitaria
El Gobierno anunció que habilitará a las terminales automotrices a que accedan a importaciones de piezas con aranceles más bajos a cambio de que produzcan modelos nuevos que puedan exportar a la región, con la condición de que reemplacen, en un período de cinco años, esas compras al exterior por insumos fabricados de manera local.
Se trata de un régimen especial para el sector en el que trabajó el Ministerio de Economía y que anunció ayer lunes por la tarde el ministro Sergio Massa en un acto en la planta de Toyota en Zárate, provincia de Buenos Aires. Será un esquema diferente del que fue aprobado por ley y reglamentado recientemente por el Poder Ejecutivo.
El objetivo que perseguirá también será el de empujar la balanza comercial del sector a través de un fomento a la producción de modelos nuevos que puedan ser vendidos en el mercado interno pero también a la región. En el caso de Toyota, la camioneta Hilux, que fabrica en la Argentina desde hace dos décadas, suele funcionar como ejemplo de una compañía que decidió como política comercial especializarse en ese modelo y buscar escala en la región.
El régimen tendrá como beneficio para las empresas que podrán importar partes con aranceles del 14%, más bajos que el 35% actual, lo que significa un recorte de 21 puntos porcentuales. Las compañías podrán hacerlo sólo para producir modelos nuevos.
Habrá, en este punto, dos condiciones: en primer lugar, las terminales deberán iniciar un proceso para reemplazar esas importaciones con proveedores locales. Habrá distintas metas a lo largo de un plazo de cinco años. Cuando finalice ese lapso, deberán tener entre 15 y 20 por ciento de sus insumos integrados de manera local. Solo en el primer año ya debería integrar 10% de esos insumos en el país.
En segundo lugar, habrá también un objetivo de balanza comercial. Las empresas que ingresen al régimen deberán tener, al segundo año de adhesión, un saldo entre las importaciones de partes y exportaciones de vehículos terminados que sea positiva. “El incentivo está dado para que esto sea una estrategia comercial regional para las terminales, que no esté pensado solo para el mercado doméstico, debería ocurrir así porque el mercado regional es muy grande”, mencionó una fuente del equipo económico.
Datos del sector automotor
El sector es históricamente deficitario. En los primeros cuatro meses del año, según datos del Indec, acumuló un déficit de balanza comercial de US$1.052 millones. Es un rojo de divisas levemente inferior al que había tenido en el primer cuatrimestre del 2022, cuando había sido de US$.156 millones.
Los US$3.778 millones de importaciones entre enero y abril están explicados, en su enorme mayoría, por chasis, partes y neumáticos, con casi US$3.050 millones. Mucho más atrás las importaciones de US$554 millones para vehículos para transporte de personas y US$176 millones que corresponden a vehículos para transporte de mercancías.
Las exportaciones, por su parte, también crecieron 24% pero no alcanzaron para compensar el mayor flujo importador. La venta al exterior de vehículos de transporte de mercancías alcanzó los US$1.536 millones (+37,8% interanual) y el de transporte de pasajeros, US$787 millones (37,8%), de acuerdo con datos del Indec.
El complejo exportador automotor está explicado, en su enorme mayoría, por Brasil, que representó 65% de las compras a la Argentina de ese sector. Según datos oficiales, fueron en 2022 unos US$5.636 millones de los casi US$8.670 millones totales exportados por ese rubro. En el paisaje general comercial, el sector automotor representó 9,8% del total exportado, por lo cual es el cuarto conglomerado productivo en importancia.
Impuestos
En Argentina la carga impositiva representa más de la mitad del valor de un automóvil cero km, según calculó la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa). Llega más precisamente a 54% del precio de la unidad. La comparación es impactante si se analiza el mismo componente en países vecinos: en Chile apenas ronda el 27% y en Brasil es del 30%.Chile y Argentina están en extremos opuestos en lo que refiere a la comercialización de vehículos. Nuestro país es aquel en el que los vehículos tienen un mayor precio, mientras que en el país vecino se da el fenómeno contrario. Los números son impresionantes: un auto de gama media cuesta 79% más que en el país trasandino. Si además se toma el valor de los vehículos y se lo divide por el salario real promedio en uno y otro lado, el tiempo necesario para adquirir un vehículo se reduce a la mitad.
