La erogación para sueldos creció en torno al 50% y ya explica 61,1% del gasto total devengado de la comuna. No obstante, la administración Mestre mantenía al 30 de abril un resultado financiero de $984 millones. Sin embargo, la aplicación de la cláusula gatillo a los estatales, comprometerá seriamente los números al cierre del ejercicio
Por Alfredo Flury – [email protected]
La Municipalidad de Córdoba cerró el primer cuatrimestre con un superávit financiero de 984 millones de pesos producto de ingresos totales por 9.292,02 millones de pesos y gastos totales devengados, incluida la amortización de deuda, por 8.307,99 millones de pesos.
Sin embargo, ese resultado positivo quedaría prontamente neutralizado producto de la evolución del gasto en personal que ya explica el 61,1 por ciento de las erogaciones devengadas.
Los datos, a los que tuvo acceso Comercio y Justicia, aparecen reflejados en la Ejecución Presupuestaria al 30 de abril bajo el título “edición especial”.
Se trata de una publicación extraordinaria que no coincide con la ejecución trimestral publicada habitualmente por la Municipalidad de Córdoba. En ese marco, es imposible realizar una comparación interanual para verificar la evolución de gastos e ingresos totales y desglosados por rubro.
Sin embargo, si se compara la ejecución del primer y segundo trimestre de 2018 y esa diferencia se la divide por tres, se puede llegar de manera aproximada a la ejecución de abril que sumada a la del primer trimestre del año pasado conforma una base relativamente sustentable para comparar con los números informados por la comuna ayer.
Según los datos oficiales y en base a las cifras estimadas por este medio para igual período del año pasado, los ingresos totales crecieron en torno al 34 por ciento mientras que los gastos totales subieron 36 por ciento.
Aun así, la comuna logró sostener un resultado financiero positivo aunque muy inferior en términos reales al mismo período del año anterior.
Con relación a los ingresos, de los 9.292,02 millones de pesos percibidos al 30 de abril, 8.940 fueron corrientes y el resto fueron recursos de capital incluido el uso de crédito.
En cuanto a los corrientes, 5.897,54 millones de pesos fueron ingresos propios mientras que 3.042,47 millones correspondientes a “otras jurisdicciones”, esto es fondos coparticipados.
Dentro de los propios, la Contribución que incide sobre la Actividad Comercial, Industrial y de Servicios aportó 3.094,68 millones de pesos. Por su parte, el Inmobiliario sumó 1.554,9 millones de pesos.
Respecto al gasto, el municipio informó un devengado de 8.307,99 millones de pesos. Se trata del concepto que hasta la última ejecución difundida se mencionaba bajo del título de “compromiso depurado” que difiere del comprometido que también se continúa informando.
Incluye la aplicación de nuevas normativas conforme los criterios de contabilidad asumidos por el Gobierno nacional y los provinciales pero que hasta ahora la comuna no venía aplicando, al menos de manera explícita bajo ese rótulo.
Del total devengado a abril, 5.080,9 millones de pesos correspondieron a la partida de personal. El monto se ubicaría cerca de 50 por ciento por encima del pagado en igual período del año pasado, siempre según la base de comparación elaborada por este medio a falta de números oficiales a abril.
La evolución de esa partida, atada a la inflación, pone en serios aprietos a las cuentas públicas del municipio de cara a los próximos meses y también es el punto que mayor preocupación genera en la futura administración de Martín Llaryora.
Es que la suba de esa erogación llevó a que la partida destinada a sueldos ya ocupe 61,1 por ciento del gasto total devengado. Para tener una idea de la dinámica que asumió ese gasto, en el primer trimestre el año pasado, ahí sí con números oficiales, representaba 56,8 por ciento de las erogaciones.
A diferencia del Gobierno provincial que aplicará gatillo pleno hasta agosto inclusive pero que luego revisará la aplicación de esa cláusula en función de la marcha de la recaudación, el municipio tiene una Ordenanza que lo obliga a pagar conforme esas condiciones, mecanismo que el propio intendente Ramón Mestre dijo que respetará hasta el cierre de su gestión.
El logro que obtuvieron los empleados nucleados en el Suoem y que resulta clave para preservar el poder adquisitivo del salario, pone en jaque las cuentas del municipio con ingresos que por ahora crecen muy por debajo de la inflación y, por consiguiente, de la partida de personal.
No menos importante es la erogación en servicios, básicamente los vinculados a la prestación de la recolección de residuos. Hasta abril exigió fondos por 1.926,7 millones de pesos. Si bien representa un 25 por ciento de los casi 8 mil millones de pesos previstos para todo el año, se descuenta que la dinámica de ese gasto crecerá en los próximos meses por aumento de costos por lo que será otro frente clave en las erogaciones a atender.
Por su parte, los trabajos públicos que ahora aparecen bajo el título de “construcciones” implicaron un gasto devengado de 488,96 millones de pesos hasta abril.
Llama la atención la fuerte baja experimentada por la partida destinada al pago de intereses de deuda que alcanzó a 58,46 millones de pesos frente a un compromiso de 454,41 millones de pesos y un presupuesto anual de más de 800 millones de pesos. El año pasado, sólo en el primer trimestre se habían devengado por ese concepto 174,28 millones de pesos.
Nadie en el municipio informó sobre ese punto. Se supone que este año, a diferencia del pasado, el pago de intereses de deuda debería haber sido muy superior producto de las elevadas tasas que debió convalidar la comuna a la hora de la emisión de Letras y también por el pago del bono en dólares, como resultado de la fortísima devaluación del último año.
Por lo demás, también se pagaron 304,4 millones de pesos por amortización de deuda, por debajo de los 368,6 millones de pesos del primer trimestre del año pasado.
El concepto de devengado es una etapa del gasto que incluye ya la ejecución concreta del acto que puede ser una obra o bien la entrega de un bien o servicio. No obstante, no significa que efectivamente esa prestación de haya pagado de manera efectiva aún.
El devengado no coincide con el compromiso, que en el caso de una obra supone, por ejemplo, la contratación de un proyecto y su impacto total una vez concluido. Sin embargo, a medida que se va ejecutando se va devengando.
Vence la moratoria
En tanto, mañana vencerá definitivamente el plan de pagos para regularizar deuda tributaria lanzado oportunamente por la Municipalidad de Córdoba.
El régimen lanzado a fines de marzo pasado, fue extendido en dos ocasiones. Sin embargo, fuentes consultadas aseguraron que esta vez no habrá prórroga del plan.
El régimen permite cancelar deuda anterior al 31 de enero pasado en hasta 18 cuotas y con fuerte quita de intereses por mora.
La herramienta fue un complemento clave para sostener en parte la recaudación, además del uso de otros instrumentos como la emisión de Letras del Tesoro.