Fue en una reunión entre el titular de la entidad y representantes de la banca nacional y
extranjera. Si no acceden de manera voluntaria, avanzará con una normativa específica.
CAME se sumó al planteo para reducir el costo del financiamiento
El presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, les reclamó ayer a representantes de las principales asociaciones de bancos del país que bajen las tasas que cobran por el uso de las tarjetas de crédito, y aseguró que caso contrario, instrumentará esa reducción por vía normativa, informaron fuentes oficiales.
El pedido ocurrió en la mañana de ayer durante una reunión en la sede del Ministerio de Producción de la que también participaron el titular de la cartera, Matías Kulfas, y los presidentes de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) y de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Ja-
vier Bolzico y Claudio Cesario, respectivamente.
Durante el encuentro se habló también sobre la continuidad del plan Ahora 12, cuya vigencia culmina el próximo 31 de marzo y que explica cerca de la mitad de las compras con tarjeta de crédito, aunque los bancos aseguran tener dificultades para fi-
nanciarlo.
Concretamente, el pedido del BCRA a los bancos fue de que “acerquen una propuesta” para reducir las tasas que actualmente cobran por el financiamiento de las compras con tarjeta de crédito que, en algunos casos, llega hasta 93% anual y que es incompatible con una reactivación del consumo masivo que busca el Gobierno para “prender la economía”.
De acuerdo con un relevamiento del 5 de febrero último realizado por el Banco Nación, el Santander tiene una tasa nominal anual (TNA) de financiación del 93%; el Galicia, del 87%; Macro, del 85%; BBVA, 81%; Supervielle, 69%; BNA y Ciudad, 67%; Crediccop y Banco Provincia, 65%.
“Reducir las tasas de las tarjetas es imprescindible para mejorar el ingreso de la clase media e impulsar el consumo”, manifestaron las fuentes que, aseguraron, si los bancos deciden no cooperar “esa reducción se va a dar por la vía normativa”.
Según establece la Ley de Tarjetas, el costo financiero no puede superar 25% lo que se cobra por las líneas de préstamos personales, por lo que una de las medidas que podría adoptar el
BCRA es imponer un tope al cobro de este tipo de créditos, para forzar a la baja el costo por el uso de los plásticos.
La urgencia oficial por reducir el costo de financiamiento del consumo fue expresada por el propio presidente Alberto Fernandez, que la semana pasada tildó de “usureras” las tasas que se cobran por el uso de los plásticos y dijo que hablaría con las autoridades del Central para “que
lo resuelvan”.
“El gran sistema financiero alguna vez tiene que tener algo para la Argentina. Estoy esperando que lo hagan”, aseguró Fernández al ser consultado por el aporte que debían hacer los bancos a la recuperación económica.
Por su parte, fuentes de los bancos presentes en la reunión aseguraron a esta agencia que ya están trabajando para ver cómo pueden encontrar “la forma de bajar las tasas”, y que con el plan Ahora 12 están avanzando para “poder continuarlo con las tasas al 0%”.
Durante la reunión de ayer se discutió sobre formas para financiar las cuotas sin interés, ya que actualmente el 20% de lo que se entrega a los consumidores está subsidiado vía encaje, con un límite del 1,5% de los depósitos, un porcentaje ya superado por casi todas las entidades.
“La idea es renovarlo. Probablemente pueda mantenerse el esquema de tasa subsidiada una parte por parte del Estado, otra parte los bancos, y los comercios que quieran adherir”, apuntaron las fuentes oficiales.
Y agregaron que “no parece razonable que en un escenario de baja de tasa de interés propongan subir las tasas del programa”, por lo que indicaron que “se va a trabajar para que efectivamente se cumpla con el espíritu, que es financiar la compra de productos nacionales”.
Desde que asumieron las nuevas autoridades en diciembre, el BCRA impulsó una fuerte baja en las tasas de política monetaria, que pasó de 63% al comienzo de la gestión a 44% con la licitación de Leliq de hoy, con la idea de acelerar el crédito a personas y empresas.
Si bien la financiación a micro, pequeñas y medianas empresas tomó un fuerte impulso en las últimas semanas con una tasa máxima de 35% que aplicaron decenas de bancos de todo el país, el costo de préstamos se mantuvo casi sin cambios para el resto de las líneas de crédito.
CAME también reclamó
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) se sumó ayer al pedido del Gobierno nacional a los bancos para que efectúen una baja en las tasas de interés de las tarjetas de crédito, ya que remarcó que “en las actuales circunstancias económicas se hace necesario estimular el mercado interno”.
En esa línea, manifestó que las retribuciones por uso de tarjetas “forman parte de la cadena de costos que va minando la capacidad de compra de los consumidores y la rentabilidad de las empresas argentinas, imprescindibles para la reactivación del mercado interno”.
“Si al consumidor le quitan esa presión, tendrá más capacidad de compra, los costos de financiarse con la tarjeta son altísimos”, señaló el presidente de la CAME, Gerardo Díaz Beltrán, en un comunicado y agregó:
“Los montos que les transferimos a los bancos nos quitan liquidez y capital de trabajo”.
Asimismo añadió: “Algo similar sucede con el excesivo porcentaje de financiación que le cobran al consumidor por financiarse con la tarjeta de crédito”.
Según estimaciones de CAME, el 31,8% de los adultos argentinos usa la tarjeta de crédito como mecanismo de financiación de sus gastos y, a datos de diciembre de 2019, el saldo financiado por los bancos acumula un stock de $552.000 millones en este tipo de préstamos, que ofrecen una tasa efectiva promedio de 129% para su financiación.
“En los últimos dos años los bancos ganaron más de $443.000 millones y los ingresos por intereses cobrados en 2019 fueron más de $700.000 millones”, manifestó el titular de la CAME.