El directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió ayer establecer un límite en las tasas de financiamiento de todas las tarjetas de crédito, tanto bancarias como no bancarias.
“La medida fue adoptada en el contexto de bajas consecutivas de la tasa de política monetaria y la desaceleración de la inflación, con el objetivo de proteger a los sectores más vulnerables e impulsar la recuperación del crédito al consumo”, indicó en un comunicado.
De este modo, la tasa de financiamiento de las tarjetas de crédito bancarias no podrá ser mayor a 55% de interés nominal anual.
En relación a las tarjetas de créditos no bancarias, el BCRA dispuso dejar sin efecto decisiones de la gestión anterior que modificaban la base de cálculo de la tasa y la elevaban considerablemente. A partir de ahora, la tasa de interés de estas tarjetas no podrá superar el 25% del promedio de la tasa de créditos personales de las entidades financieras, excluyendo a las tasas de los proveedores no financieros de créditos.
La medida fue acompañada con la reducción de cuatro puntos de la tasa de política monetaria que el BCRA instrumenta por medio de las letras de Liquidez (Leliq), que pasó de 44% a 40% anual, y que comenzará a regir a partir de la próxima licitación de hoy.
“El directorio del BCRA considera que tasas de interés excesivamente elevadas pueden demorar la recuperación de la actividad económica”.
La medida del Central fue convalidada por el Banco Nación, que desde hoy hará efectiva una baja en su tasa nominal anual (TNA) para el uso de tarjetas de crédito de 67% hasta 49,5%, luego de la reunión de directorio.
El directorio del BCRA también congeló por 180 días las comisiones o cargos que cobran los bancos por los diferentes servicios que prestan, tras corroborar que las entidades habían vuelto a enviar en las últimas semanas avisos a sus clientes anunciando nuevos incrementos que comenzarían a regir desde marzo.
La decisión de avanzar en un tope a la tasa de tarjetas estuvo directamente relacionada con el pedido del presidente Alberto Fernández, quien había señalado días atrás que los bancos debían reducir el costo de financiar con tarjeta de crédito. “Si no lo hacen, convenceré al presidente del Banco Central para que intervenga. No se pueden cobrar esas tasas para hacer el pago mínimo”, dijo entonces.
La apuesta oficial es que en marzo las familias tengan la posibilidad de financiar parte de esos consumos a menor costo, un aliciente con el que -confían- se animen a gastar.
Apoyo privado
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) apoyó el pedido del gobierno nacional a los bancos para que reduzcan las tasas de interés de las tarjetas de crédito ya que consideró que el actual sistema es “inviable” y que “tienen que entender que no siempre se puede ganar”.
Por otra parte, la entidad respaldó las primeras medidas del Gobierno tendientes a estimular el consumo y auxiliar a las empresas endeudadas, a la vez que dijeron entender que “el país atraviesa una situación muy delicada y es importante que todos podamos poner el hombro”.
“Hay veces que el empresario puede ganar, hay veces que no gana y hay veces que pierde. Eso pasa en todos los sectores. Y los bancos tienen que entender que no siempre se puede ganar”, afirmó el secretario general de la CAC, Mario Grinman.