Incluye drásticas reducciones del déficit fiscal y de la inflación, a partir de 2019. Además, el Ejecutivo enviará el Congreso una reforma de la Carta Orgánica del BCRA para que éste posea más autonomía. Los funcionarios señalaron que el préstamo del organismo internacional contempla también cláusulas de “salvaguarda social”
Ayer se conoció finalmente la cifra que otorgará el Fondo Monetario Internacional (FMI) al país, bajo la modalidad stand-by. El monto ascenderá a US$50 mil millones y estará disponible por un plazo de tres años, según precisaron ayer a la noche el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger, quienes encabezaron una conferencia de prensa.
En tanto, no sorprendieron demasiado las condiciones del acuerdo: un drástico ajuste fiscal y una pronunciada baja de la inflación para 2019, según también indicaron los funcionarios. Además, el Poder Ejecutivo enviará el Congreso Nacional un proyecto de ley para reformular la Carta Orgánica del BCRA para otorgarle “mayor autonomía”, según precisaron.
Respecto al convenio, Dujovne ratificó que el Gobierno decidió “acudir al FMI en forma preventiva para evitar una crisis” y que el monto logrado “muestra el apoyo que tiene la Argentina a nivel internacional”. Además, subrayó que, pese al acuerdo firmado, “tenemos que entender que la solución de nuestros problemas depende de los argentinos”.
No obstante, en la conferencia, sí llamó la atención de los periodistas presentes al momento del anuncio que ni Sturzenegger ni Dujovne dieron precisiones sobre en qué sectores se van a realizar los recortes a futuro, a la vez que aseguraron que tanto el Consenso Fiscal como la reforma tributaria continuarán vigentes. También informaron que no habría mayores revisiones de los subsidios por fuera del esquema que ya planteó el Gobierno nacional.
Sobre la preocupación de que los ajustes del gasto primario puedan realizarse sobre los sectores sociales más desprotegidos, el ministro y el titular del BCRA indicaron que el convenio con el Fondo incluye también cláusulas de “salvaguarda social” que permitirán sostener programas -como la Asignación Universal por Hijo (AUH)-, en el “caso de necesitar incrementar el gasto social”, dijo Dujovne.
Números
Lo cierto es que las cifras que se informaron requerirán de un enorme trabajo en las cuentas públicas. Específicamente, para asegurar una “convergencia al equilibrio fiscal”, las nuevas metas de resultado fiscal primario son: -2,7% del PBI en 2018 (vs -3,2% con las estimaciones previas); -1,3% en 2019 (vs -2,2% antes), equilibrio primario en 2020 (vs -1,2%) y superávit de 0,5% en 2021 (vs 0%). En el acumulado 2018-2021, esto significa una reducción del déficit de 3,1% del PBI, es decir alrededor de US$19.300 millones.
Por otro lado, para reducir la inflación, según se precisó, se fortalecerá el acutal esquema de metas con tipo de cambio flotante (que comenzará a regir plenamente a partir de hoy) y se sumará una mayor autonomía para el Central.
En detalle, las previsiones de inflación son de 17% para 2019, 13% para 2020 y 9% para 2021.
En tanto, el primer desembolso del FMI se estima que llegará luego de la aprobación del préstamo por parte de su directorio, que se reunirá el próximo día 20. Según se detalló, esta primera entrega será de US$15 mil millones.
Además, se conoció que llegarán al país US$6.500 millones extras, provenientes de los bancos Interamericano de Desarrollo (BID) y Mundial (BM), y de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Inflación 2018
Las metas que especificaron los funcionarios al dar detalles sobre el acuerdo del FMI no contemplan precisiones para el corriente año.
No obstante, producto principalmente de la corrida cambiaria de mayo y la devaluación del peso acumulada desde principios de año, la inflación a diciembre se ubicará cercana a 27%, como precisó días pasados el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realizó el BCRA entre analistas y agentes del mercado.
“Este año esperamos una inflación lo más baja posible pero ya no como objetivo sino como una trayectoria. No nos ponemos una meta”, dijo Sturzenegger en la conferencia.
PERSPECTIVAS
Señalan que el PRÉSTAMO NO ES SUFICIENTE PARA “DEJAR ATRÁS LA CRISIS”En el marco de los anuncios sobre el convenio con el FMI, ayer se conoció también un análisis del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) que realizó el especialista Gustavo Reyes, en el cual se advierte de que el logro del préstamo no alcanzará para “dejar atrás la crisis” financiera y cambiaria que existe en el país.
“El nuevo contexto de menor financiamiento externo que enfrenta la Argentina (debido a las mayores tasas internacionales y al ascenso en la prima de riesgo país) aumenta necesariamente el tipo de cambio y hace imposible de financiar la dinámica que tuvo el mercado cambiario en los últimos meses del 2018”, dice el documento.
“El precio actual del dólar, en términos de poder adquisitivo, resulta bastante más elevado que el que tenía la divisa hace un año atrás (26%), un poco más alto que el de enero del 2016 (3%, salida del ‘cepo’) y muy parecido al de mediados del 2010”, agrega.
“Teniendo en cuenta el menor acceso a créditos externos, para volver a tener la estabilidad cambiaria alcanzada en 2010 se necesitaría, además de reducir considerablemente la demanda de dólares (menor atesoramiento y menor gasto en turismo), también mejorar sustancialmente el saldo de la Balanza Comercial de forma tal que la oferta de divisas sea alimentada en gran parte por este componente y no principalmente por créditos externos e inversiones de portfolio, como sucedió en los últimos tiempos”, advierte el informe.
Así, “el acceso al financiamiento del FMI, si bien resulta muy importante, no es suficiente para estabilizar definitivamente el mercado cambiario. Los posibles fondos que otorgue dicho organismo internacional podrían asegurar tanto el financiamiento del déficit fiscal como del pago de los vencimientos de deuda durante el resto del 2018 y quizás también para el 2019. De esta manera, estos fondos permitirían una menor dependencia de la emisión de pesos y un menor riesgo de default, y por lo tanto podrían reducir la demanda de dólares por atesoramiento”, precisa el analista.
No obstante indica que, en el mediano plazo, el acuerdo con el Fondo no alcanzará en la medida en que el poder adquisitivo del dólar se ubique a la baja, que el déficit fiscal no se reduzca y que se sostengan muy altos los vencimientos de Lebac.
“A pesar de la relativa estabilidad alcanzada en la nueva cotización del dólar, la evolución de las reservas del Banco Central y de las tasas de interés indicarían que el mercado cambiario aún no se ha equilibrado totalmente. Un acuerdo con el FMI que asegure el financiamiento tanto del déficit fiscal como de los vencimientos de la deuda sin duda sería muy importante pero también al mismo tiempo el Gobierno debería asegurarse que el déficit se reduzca al ritmo prometido, que se estire en el tiempo los vencimientos de Lebacs y se evite la tentación de volver a utilizar el dólar como ancla cambiaria”, concluye el texto.