La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos aceptó “en todos sus términos” el esquema de trazabilidad de biomasa renovable presentado por la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) en agosto de 2012.
“Así, el sistema de trazabilidad de la entidad empresarial posibilitará realizar embarques de biodiésel hacia Estados Unidos, sin inconvenientes, de acuerdo a la legislación de país del norte”, informó la Cámara.
El sistema fue desarrollado para certificar que el biodiésel producido en Argentina está de acuerdo con los requisitos legales de sustentabilidad que fija la legislación norteamericana. Para ello mantuvo conversaciones con la EPA por tres años, que permitieron su reconocimiento.
El esquema de Carbio fue definido específicamente para auditar la realidad argentina y permite identificar y segregar soja producida en el país bajo condiciones de sustentabilidad según la legislación de la EPA y autoriza a la producción nacional de biodiésel que cumpla con todos los requisitos exigidos durante todo el proceso de transporte e industrialización, mediante un sistema estricto de auditorías. Esto permite acceder a los beneficios previstos en la legislación de ese país.