El canje de deuda entra esta semana en su tramo final, en un contexto en el que las autoridades del Ministerio de Economía confían alcanzar la adhesión final de 60%.
Así lo ratificó el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino. “La adhesión de los inversores institucionales está en 45%, en el marco de nuestras expectativas. Y era claro que los pequeños inversores necesitan más tiempo. Por eso pueden adherirse hasta el 7 de junio”, dijo el funcionario que está en Europa promocionando el canje.
Lorenzino reiteró que “nuestro objetivo es la adhesión de 60% y creemos que lo vamos a conseguir. No vamos a mejorar la oferta”, indicó dando a entender que ésta “es la última oportunidad” que tendrán quienes mantienen títulos de deuda en cesación de pagos.
Es que la oferta del Gobierno retomó la hecha en 2005 por la administración de Néstor Kirchner, con una quita de 65%. En ese momento la deuda elegible ascendía a 81.800 millones de dólares, mientras que en el canje actual es por 18.300 millones de dólares.
En aquella oportunidad el nivel de aceptación alcanzó 76,07%.
Ahora, si Economía consigue 60% de adhesión, sobre un total de 18.300 millones de dólares, se habrá canjeado 90% del total de la a deuda que entró en cesación en 2001.
Con este nivel de apoyo, y tras dos oportunidades de canje, el ministro de Economía, Amado Boudou, considera que “no habrá justificaciones” para que la Justicia pueda seguir haciendo lugar a los pedidos de embargos que interponen los “fondos buitres” ante tribunales internacionales, en especial en Nueva York.
El 20 de mayo pasado, Boudou informó que en el primer tramo mayorista se recibieron ofertas por unos 8.540 millones de dólares, equivalentes a “alrededor de 45% del total”.
En base a las proyecciones del mercado, todavía quedan para ingresar al canje casi 7.000 millones de dólares en títulos que estarían en manos de pequeños y medianos ahorristas.
