El país asiático denunció “discriminación” por las investigaciones antidumping que se realizaron en el país. El Gobierno nacional se amparó en la OMC
En una semana en la que se esperaban avances en el conflicto surgido por el freno implementado por China a las exportaciones argentinas de aceite de soja, ayer funcionarios de ambos países entablaron una escalada de declaraciones que hizo recrudecer el debate y aumentó la preocupación en el sector agroexportador.
El conflicto arrancó en marzo, cuando China decidió restringir el acceso a sus puertos al aceite de soja argentino, al considerar que este producto posee más solvente hexano del que está recomendado para proteger la salud de los consumidores. Durante varias semanas se dieron negociaciones para tratar de que el país asiático diera marcha atrás con esa decisión.
En ese marco, el viceministro de Comercio chino, Jiang Yaoping, acusó ayer a Argentina de “discriminar” a su país por la implementación de crecientes barreras comerciales a sus bienes manufacturados, lo cual reavivó los cruces.
El funcionario chino dijo que a su país le preocupa “la creciente tendencia de Argentina a imponer medidas proteccionistas a los productos chinos” e interpretó que eso “ya dañó los lazos bilaterales”.
“Desde el punto de vista del gobierno chino, el hecho de que Argentina lance investigaciones antidumping tan frecuentemente contra un país es totalmente anómalo y discriminatorio”, afirmó Jiang Yaoping. Según datos de la embajada asiática, el gobierno argentino “aumento en 100%, de 2007 a 2009, los casos de salvaguarda comercial”.
Jiang, quien estuvo de visita en Buenos Aires y mantuvo reuniones con la Cancillería, instó al gobierno argentino a “tener en cuenta la importancia de las relaciones comerciales bilaterales” y a tomar “una posición más cautelosa al aplicar medidas de salvaguardia comercial”.
“Competencia desleal”
Tras las declaraciones del funcionario chino, la ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, salió al cruce, al señalar que Argentina “no prohíbe las importaciones chinas, que siguen ingresando al país en forma de sana competencia”.
“Hemos actuado contra la competencia desleal, a favor de la industria nacional, el trabajo argentino, y en defensa de 600 mil trabajadores. Cada medida antidumping tiene como origen la prueba de un daño a la industria nacional”, sostuvo la funcionaria.
Por medio de un comunicado, Giorgi resaltó que “en todos los casos nos hemos sujetado a los procedimientos establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde hasta el momento no ha habido ninguna objeción formal por parte de China”.
Además, indicó que “es inexacto hablar de discriminación comercial por parte de Argentina, si se tiene en cuenta que en nuestro país tiene un volumen muy importante de intercambio comercial y además tenemos déficit comercial creciente con China”. Según la información oficial, el déficit comenzó en 2008 con 700 millones de dólares, y el año pasado llegó a 1.200 millones de dólares.