El Gobierno anunció la desaparición del organismo recaudador. Será reemplazada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) que será encabezada por Florencia Misrahi, actual titular de la ahora ex entidad. El vocero Adorni dijo que se apuntan a reducir los gastos. En paralelo, más de 3 mil empleados que entraron en la pasada gestión, serán reubicados o cesanteados. El ahorro estimado será de $6.400 millones anuales. ¿Qué cambia?
El Gobierno anunció la disolución de la AFIP y, en su lugar, la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) con “una estructura simplificada”, compuesta por las Direcciones Generales de Impuestos y de Aduanas.
Así lo informó el vocero presidencial Manuel Adorni, en una conferencia de prensa en la que no se aceptaron preguntas de los periodistas acreditados.
“A lo largo de su existencia, este organismo funcionó como una caja política y, como todos sabemos, ha sometido a muchos argentinos a persecuciones completamente inmorales”, señaló Adorni.
“Esa Argentina de la voracidad fiscal se terminó. Lo que es de cada argentino es suyo y de nadie más, ningún burócrata del Estado tiene por qué delegarse el poder de decirles qué hacer con su propiedad”, agregó el vocero, quien luego citó los principios del liberalismo pronunciados por el presidente Javier Milei durante su asunción.
Por lo pronto, la noticia generó sorpresa en todos los ámbitos, entre ellos entre los empleados y los gremios que los agrupan quienes analizan medidas de fuerza.
Se espera la publicación en el Boletín Oficial de la norma para conocer más detalles.
ARCA
“La creación de ARCA tiene como objetivo la reducción del Estado, la eliminación de cargos innecesarios, la profesionalización del ente, la destrucción de los circuitos corruptos, y la mejora en la eficiencia de la recaudación y el control aduanero”, señaló el poder Ejecutivo en un comunicado.
El nuevo ente estatal quedará a cargo de Florencia Misrahi, quien hasta ayer ocupaba el puesto de titular de la AFIP. Además, Andrés Gerardo Vázquez será el nuevo titular de la DGI, mientras que José Andrés Velis hará lo propio con la DGA.
Con esta decisión, se reducen 45% los cargos superiores y 31%, los inferiores. En total, se eliminará 34% de los cargos públicos de la estructura.
Por otro lado, los altos rangos dejarán de percibir la “cuenta de jerarquización”, por la cual la titular del organismo recibía un sueldo de $32 millones y los directivos de $17 millones por mes, y pasarán a cobrar sueldos de ministros, que rondan los cuatro millones de pesos.
A su vez, 3.155 empleados que entraron a la AFIP durante la pasada gestión “de manera irregular” serán reubicados y pasados a disponibilidad.
Según aseveró el portavoz, esta nueva estructura generaría un ahorro presupuestario de $6.400 millones anuales.
Plan de lucha
Luego de confirmarse la noticia de la disolución de la AFIP, la Comisión Directiva del organismo remarcó: “No dejaremos que se vulneren los derechos de ningún trabajador de la Casa representado por nuestro gremio, entendiendo que todos los trabajadores gozan de la estabilidad que consagra el art. 14 bis de la Constitución Nacional”.
A su vez, aclararon que no tienen “objeciones respecto a la reducción de los cargos políticos -que se llaman altos cargos en el comunicado- entendiendo que se refieren a subdirecciones y direcciones generales. Ésa es una facultad del Poder Ejecutivo”.
De todas formas, enfatizaron que “no serán toleradas desvinculaciones en base al origen político, ni por ninguna otra causa que no derive de un sumario administrativo con resolución firme”. Finalmente rechazaron la reducción de salarios señalando que cuentan con el respaldo de “la Constitución Nacional como nuestro convenio colectivo”.
Respaldo de tributaristas
La decisión del Gobierno nacional fue destacada por tributaristas, que pidieron que los altos cargos tengan ingreso por concurso, inversión en tecnología y que el cambio implique eliminación de obligaciones tributarias como retenciones o percepciones.
César Litvin, socio del estudio Lisicki&Litvin, planteó que “esto forma parte del plan motorsierra de bajar gastos y estructura”. “La AFIP se sobredimensionó en los últimos años con gente que entró por la ventana sin tener idoneidad. Si hacen una cirugía adecuada y distinguen la gente idónea de la que no lo es, va a ser importante”, aseguró. “Se van a reducir mucho las remuneraciones. Hoy la remuneración de los jerárquicos es más grande que la del presidente de la Nación. La idea de este Gobierno es reducir este tipo de gastos también”, dijo.
Por su parte, Diego Fraga, socio de Expansión, dijo: “Esperemos que los cambios tiendan a una eficientización del organismo. Es un organismo que estaba súper poblado y con apenas menos de un 1% que recauda por fiscalización”, planteó. “Es innegable que un cambio fuerte tenía que haber. Siempre hubo mucha resistencia en los gobiernos anteriores a cualquier tipo de cambio. Y bueno, este gobierno parece que no tiene miedo de meter el bisturí”, reconoció.
En paralelo, también opinó sobre el tema el tributarista cordobés Marcos Sequeira en una columna exclusiva para Comercio y Justicia “Un giro radical en la administración tributaria argentina” (ver en papel pág. 4A)
Córdoba
Por lo demás, con relación al posible impacto de los cambios en las provincias, particularmente en los giros automáticos y, por ejemplo, en el monotributo federal que recaudaba AFIP pero que luego distribuía en la Provincia de Córdoba y también en la Municipalidad de Córdoba, fuentes consultadas por este medio aseguraron que no debería tener impacto alguno en la práctica.
“Son cambios en la estructura y para bajar los costos salariales, entre otros, pero que no deberían implicar modificaciones en los giros a las administraciones subnacionales”, consideró una fuente.