Después de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió el informe Intercambio Comercial Argentino (ICA) correspondiente a febrero, se multiplicaron los análisis sectoriales. Uno de ellos, quizás el más importante, es el que hizo el campo, que reflejó el impacto de la sequía en la economía argentina.
Entre Productos Primarios (PP) y Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), el campo y la agroindustria exportaron US$3.033 millones en febrero, lo que implica una caída de 24% respecto al mismo mes del año pasado. Los PP aportaron US$1.216 millones (-33,6%) y las MOA, US$1.817 millones (-16,4%).
De esta manera, el bimestre cerró con US$2.268 millones en exportaciones de materias primas sin procesar (-38,9%) y US$3.624 en productos con valor agregado (-9,5%), conformando un total de US$5.892 millones en exportaciones del agro, 23,6% por debajo de los US$7.717 millones del mismo período de 2022.
Es decir que, en apenas dos meses, ya se perdieron casi US$2.000 millones con relación al flujo del inicio del año pasado. Lo que más sobresale en este mal desempeño exportador es el derrumbe del comercio exterior del trigo, uno de los productos claves para la balanza comercial argentina.
En febrero se exportaron solo US$74 millones de toneladas del cereal, 90% menos que los US$760 millones del mismo mes de 2022.
En la cebada, la caída fue más leve, de 30%: de US$ 121 millones hace un año a US$84 millones.
El rubro “cereales” completo, según el Indec, tuvo una caída de 49,7% en febrero (de US$1.415 en 2022 a US$712 millones este año) y de 51,5% en el bimestre (de US$2.943 millones a US$1.428 millones).
Preocupación
En este marco, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, alertó por esta situación y el temor a que tenga un impacto significativo en la actividad de las empresas que operan en las zonas portuarias del Gran Rosario y el sur de Buenos Aires.
Idígoras, en un posteo compartido a través de Instagram, resumió la última reunión de comisión directiva de Ciara-CEC y sostuvo que “la industria agroexportadora está seriamente afectada y dañada por la pérdida millonaria de toneladas, de producción y de embarques”.
Precisó que estos últimos, de trigo, han caído más de 50%, y los de maíz más de 60%, a lo que se les suma una perspectiva de cosecha de soja que sería la mitad de lo que estaba previsto.
Estos datos dan una pauta de lo que va a venir en los próximos meses, cuando se empiece a sentir de lleno el impacto de la sequía de verano en la economía, que representa una proporción mayor de las exportaciones de granos que la que representa el trigo.
Además del magro ingreso de divisas por exportaciones, la mala calidad de los granos y la caída en la producción impactará en otros sectores de la economía que tienen sus insumos principales en los productos del campo, como los sectores molinero y aceitero.
