De acuerdo con un informe privado, desde el comienzo de la crisis internacional se amplió la brecha de precios entre los comercios minoristas y los supermercados. Éstos, mediante sus ofertas y promociones, tuvieron valores menores hasta 69 por ciento en productos como el pan y 42 por ciento en la carne.
Por volumen de ventas, las cadenas de supermercados gozan de mayor acceso a financiamiento, poder de negociación y capacidad de almacenamiento, entre otras ventajas, respecto de los comercios tradicionales. Esta situación genera habitualmente una brecha de precios con los negocios minoristas, que no cuentan con esas ventajas.
Según el informe semanal de la consultora Ecolatina, esa brecha se incrementó por las promociones y descuentos ofrecidos por las grandes cadenas en los últimos meses, sus estrategias habituales, que se profundizaron frente a la caída de la demanda por la crisis mundial.
Los productos relevados en mayo en comercios minoristas resultaron 13,8 por ciento más caros que en los supermercados registrados. Los datos surgieron de relevamientos realizados en comercios de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, donde en los últimos meses la brecha de precios se amplió.
Además, la consultora señaló en su trabajo que la diferencia es “aún mayor” entre aquellos productos que están en la canasta de 120 productos acordada con el Gobierno nacional.
El pan se vendió en los supermercados a 2,50 pesos, menos de la mitad del precio promedio observado en las panaderías encuestadas, que alcanzó los 6,10 pesos.
De los seis cortes de carne vacuna incluidos en la canasta, cinco presentaron diferencias mayores de 20 por ciento, encontrándose siempre más baratos en los supermercados. El caso extremo se observó en el asado: en las carnicerías costó 63 por ciento más que en los supermercados.