Un relevamiento especializado y sectorial en directo, con los protagonistas del trabajo y la producción confirma que no todo está mal y que nadie se queda quieto. Ya se observa un nuevo mapa económico con sectores que pican en punta, otros que siguen por detrás y una tercera línea de rezagados a los que también les está llegando su “segundo semestre”
El calendario marca una semana para la llegada del noveno mes del año y, a esta altura, 2020 como año perdido en términos de trabajo y producción queda cada vez más establecido. El gigantesco tsunami de cuarentena, encierro, angustia, cierres de persianas y aislamiento que trajo la pandemia del coronavirus barrió con millares de proyectos que estaban poniéndose en marcha o por serlo, de emprendimientos que aún no estaban consolidados e incluso de aquellos que sí lo estaban, y fue dibujando a lo largo ya de más de cinco meses de instalarse en Argentina un nuevo mapa social, económico, cultural y hasta personal en todos nosotros.
Sin embargo, con nuevo mapa o “nueva normalidad” hay que seguir adelante, y a lo largo y ancho de la provincia se reabren oficinas, se levantan persianas, se prenden máquinas en busca de recuperar al menos parte de lo perdido. Adaptándose a los cambios, a las nuevas exigencias, a los nuevos condicionantes, pero trabajando al fin. Hasta el anuncio oficial de la inminente puesta en marcha de la producción nacional de una vacuna contra el coronavirus colaboró en el cambio de expectativas que comienza a asentarse por estos días en comercios, emprendimientos e industrias.
“Puede ser que el anuncio colabore efectivamente en un cambio de expectativas, creo que hay una altísima necesidad de volver a consumir, de recuperar hábitos de compra o de consumo que se tenían, además de que presionan los fondos retenidos por mucha gente que no tenía cómo salir a gastarlos”, afirmó al respecto Marcelo Uribarren, titular de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
“Creo que es muy pronto para saber si el anuncio del Gobierno mejorará las ventas, al generar una especie de alivio en la gente ante la posibilidad cierta de que todo esto se termine. Lo que estamos viendo es que más allá del Día del Niño, están saliendo electrodomésticos pequeños y hay mucha consulta, y también ventas, en grandes”, comentó por su parte Ignacio, encargado de sucursal de una tienda de artículos para el hogar en el centro cordobés.
“Vacuna sí o vacuna no, hay muchísimo movimiento, la gente perdió el miedo a la enfermedad, aprendió a salir con los cuidados del caso y está tratando de volver a la normalidad”, dijo a su vez Virginia Manzotti, de Vicky Manzotti Negocios e Inversiones, con oficina sobre la segunda cuadra de calle Buenos Aires en el corazón mismo de la city cordobesa, y a la vez presidente del Colegio Profesional de Corredores Públicos Inmobiliarios (CPCPI).
Por supuesto, basta con ver el movimiento de camiones, utilitarios y vehículos de trabajo en general en las calles cordobesas para inferir que la actividad productiva en la provincia muestra signos claros de reactivación y repunte generalizado, en relación a lo que se veía hace 60 o 90 días.
En todo caso, la esa presunción se vuelve certeza si se observan los resultados que arroja el relevamiento “Córdoba en Foco” que realiza semana a semana el Ministerio de Industria, Comercio y Minería provincial sobre la base de una veintena de informes sectoriales de cámaras y colegios profesionales, que confirma el repunte de los números concretos, en unidades producidas, en cuadrillas en la calle, en despachos o ventas efectuadas, de al menos nueve diferentes sectores de actividad entre los relevados por los técnicos de la provincia y de la consultora Economic Trends, encargados del programa de recolección y análisis de datos del Monitor provincial de la actividad comercial, industria, de servicios y de la construcción de Córdoba.
La medición del pulso económico local muestra que en algunos rubros mes a mes, e incluso semana a semana la actividad sube un escalón y se van sumando sectores a lo que hace un par de meses eran “brotes verdes” tras la fría parálisis de la cuarentena. Algunos siguen sumergidos en una profunda crisis de demanda, pero casi todos ya volvieron al trabajo.
Se pueden destacar nueve sectores con números buenos y aquí está el listado, ordenado según magnitud de la reactivación:
Agromáquinas
El primer lugar lo ocupa el fortísimo núcleo de empresas que se dedican a “los fierros del campo”, el sector productor de agromáquinas asentado en el interior profundo de la provincia. Sobre la base de las unidades que producían a inicios del año pasado, hoy este agrupamiento de empresas se acerca a duplicar su producción prepandemia. Ya a inicios de este mes mostraba un crecimiento de 73% que previsiblemente, seguirá trepando. El sector trabaja a pleno empleo, por supuesto.
Industria del maní
La producción manisera cordobesa es otro de los sectores que pica en punta y lo hacía aún en plena pandemia local, como otros sectores del agro. La actividad sectorial superó ya en 65 puntos los niveles prepandemia y sigue gozando del buen rendimiento de sus negocios externos, que a pesar de la debacle del comercio internacional tiene sus negocios de afuera “calzados”.
Industria lechera
La industria láctea y todo el complejo alimentario provincial siguen en el listado, acumulando mejoras mes a mes o incluso semana a semana, en materia de producción, facturación y unidades vendidas. Al igual que con la producción manisera y tomando como base febrero pasado, la producción en litros procesados trepa 35 puntos. En este caso también se trabaja al cien por ciento de la plantilla de personal, con algunos “cuellos de botella” en pymes queseras, por problemas de demanda, pero mostrando un sector con muy buenos datos en general.
Insumos y equipos de salud
La industria de la salud y en particular las empresas que trabajan equipos e insumos hospitalarios están también de parabienes, como es de esperar en plena epidemia. En números generales, están rozando los 20 puntos de crecimiento en cantidad de unidades entregadas, respecto de lo que vendían en tiempos “normales” a inicios del año pasado. Y las que más están gozando el momento son las firmas exportadoras que integran el exclusivo clúster de equipamiento médico, que no dejaron de producir nunca y casi tampoco de despachar al exterior.
Alimentarias
El bloque de las empresas que manufacturan alimentos es un sector que tampoco se detuvo nunca desde marzo pasado y que sigue mes a mes mejorando sus niveles de producción para recuperar los stocks perdidos al inicio de la pandemia, cuando la gente salió a llenar las despensas del hogar con reservas de alimentos. Hoy esos niveles productivos se encuentran 6,5% por arriba de los que contaba en tiempos “prepandemia” (comparando con febrero pasado, mes que hoy parece tan lejos).
Inmobiliarias
Saliendo de los ámbitos industriales para ingresar a la actividad de servicios, son varias las actividades que no sólo recuperaron los niveles de ventas anteriores a la pandemia del coronavirus, sino que lo están superando, en algunos casos con creces. Uno de los más destacados es el rubro inmobiliario, en el que “hay mucho movimiento”, según el colegio que agrupa a los corredores, traccionado por las compras de oportunidad que se dan a partir de la baja en el valor en dólares de las propiedades. Datos de la consultora Economic Trends en un informe sectorial hablan de una mejora de 25% en el total de operaciones, respecto de los niveles de marzo pasado.
Concesionarias
La venta de automóviles, al igual que la de motos, es otro sector que recuperó el aire después de meses de inactividad y ya registra una mejora de 17 puntos con relación a los acuerdos que se cerraban hace seis meses atrás.
Ferreterías
Otro sector que sigue mostrando una fuerte dinámica es el de ferreterías y ventas de sanitarios, hierros y afines, que no sólo despegó hace dos meses con el movimiento del impresionante despegue de las pequeñas obras privadas (refacción, pintura, actividades “marginales” o secundarias de la construcción), sino que en agosto ya exhibe una facturación a precios constantes similar a la que tenía en febrero.
Tecnológicas
Finalmente, el clúster tecnológico cordobés es otro de los rubros que no sólo no dejó de trabajar con la pandemia sino que recibió muchos más encargos desde la “nueva normalidad”. La industria del software trabaja a plena máquina y avanza particularmente en exportaciones de servicios.
Los que vienen detrás
Por supuesto, por detrás de los sectores que lideran hoy la actividad productiva sigue un innumerable número de actividades que continúan en “zona de desastre” como consecuencia de la pandemia y en particular por “la cuarentena más larga del mundo” (según los críticos), con realidades diferentes pero que en términos generales vienen exhibiendo algo de músculo hacia una recuperación del terreno perdido.
Telcos
Es el caso de las telcos, las empresas que realizan trabajos de infraestructura para los servicios telemáticos y de telecomunicaciones, que entre julio y agosto duplicaron la cantidad de cuadrillas con trabajos en la calle. Efectivamente, aunque el sector trabaja muy por debajo de su dinámica habitual hasta la llegada de la covid-19, es notable el impulso que adquirió entre la última semana de julio y la primera de agosto, al pasar en pocos días de un nivel de 22 puntos de actividad con relación a enero pasado, a uno de 44 puntos. De hecho, este movimiento obligó a casi duplicar la cantidad de personal ocupado que tenían durante julio.
Refinería y fundición
El monitor de la economía provincial relevó además al grupo de empresas metalúrgicas que hacen refinería y fundición, entre otras actividades, para concluir que mientras en mayo esas firmas seguían en el subsuelo produciendo apenas poco más de 20% de lo que hacían en tiempos de normalidad, a inicios del año pasado, ya para julio lograban duplicar esa cifra, acercándose en agosto a la producción “a media máquina” que caracteriza a gran parte de la industria pesada y semipesada del país.
Gráficas
Casi el mismo panorama muestran las empresas de la industria gráfica, asentadas en su mayoría en la ciudad de Córdoba y que viven de la producción de comunicaciones oficiales y de empresas de servicios. La están pasando mal desde hace meses y llegaron a facturar en mayo pasado apenas un cuarto del dinero que movían a comienzos de este año. Pero la esperanza nunca se pierde y con la llegada de julio ya pudieron recomponer sus finanzas que a inicios de este mes ya equivalen a la mitad de lo que facturaban antes de la crisis sanitaria.
Constructoras
Párrafo aparte merece la actividad de la construcción, que estuvo completamente paralizada durante meses y sobreviviendo de facturación de obras realizadas entre el segundo semestre de 2019 y el primer trimestre de 2020. Los números del informe “Córdoba en foco” del Ministerio de Industria, Comercio y Minería muestran que el sector ya pasó su piso de facturación y comienza a remontar, al tiempo que muy a cuentagotas vuelven a ponerse en marcha grandes obras de infraestructura y otras de viviendas multifamiliares en la capital provincial.
Mineras
Dependientes de la dinámica constructiva estructural, las pymes mineras de la provincia que producen áridos y otros insumos para obras son uno de los sectores que “veían crecer el pasto desde abajo”, porque fueron diezmados por la pandemia y la consiguiente cuarentena. Sobreviviendo gracias al programa ATP y los ajustes a partir de los procedimientos preventivos de crisis que interpusieron ante el Gobierno, estas firmas son las que más tardaron en recibir las bondades de la reactivación. Sin embargo, con la llegada de agosto estas firmas parecen estar teniendo su prometido segundo semestre: de un nivel casi marginal de actividad, saltaron en pocos días a cifras cercanas a 25% de su producción normal, lo cual anuncia una tardía pero prometedora reactivación.
El daño, por tamaño
Por supuesto, en esta radiografía de lo que la pandemia nos dejó hay que decir claramente que la crisis no golpeó a todos por igual. Las microempresas fueron las más golpeadas y según el reciente informe “Impacto del Covid-19” de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), tres de cada cinco tuvieron un derrumbe de hasta 50% en su actividad. En el caso de las pymes, la mitad sufrió una caída de entre 25% y 30% y muchas de las grandes todavía conservan una porción importante de su capacidad instalada, sin producir.
Papel y cartón
Ese estudio, elaborado en colaboración con el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) confirma la situación de los sectores mencionados y agrega dos datos hasta ahora no difundidos: que las industrias del papel y cartón, de impresión y edición, frenaron su caída y recuperan sus niveles anteriores de producción, aunque con problemas en los pagos y cobranzas, demoras en el pago a proveedores y “casi sin poder pagar impuestos”.
El otro dato está relacionado con las industrias de procesamiento del plástico y el caucho, que no atraviesan problemas en la cadena de pagos pero sí están “impedidas de pagar la totalidad” de los servicios y los impuestos y son pesimistas con relación a la demanda interna y externa.
Finalmente, este informe subraya que la situación más crítica está en la industria metalúrgica y de fabricación de equipos y maquinarias. Afectadas por pagos y cobranzas, sólo la mitad pudo pagar salarios y tarifas, un tercio a proveedores y un cuarto a impuestos. Más de la mitad no alcanza a utilizar 50% de su capacidad instalada.
Son sectores que esperan. Confían en que con el tiempo volverá la demanda y luego, también la inversión.
“Hay mucha necesidad de recuperar lo perdido”
“Hay una necesidad muy grande de recuperar lo perdido. En la industria todos se están tratando de mantener, con una estructura más pequeña, tratando de ganar tiempo hasta que se recomponga la demanda, se recreen los stocks, vuelvan los clientes. Será un proceso largo”, respondió Marcelo Uribarren, presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), a la consulta periodística sobre cómo se presenta la dinámica productiva actual en las empresas del sector.
“Venimos de una etapa muy dura y no estoy hablando de la pandemia, sino de antes. En el fondo lo que va a ser motor de la recuperación será la inversión, que requiere condiciones previas. Una de ellas es el acuerdo con los bonistas, pero faltan otros factores: ¿qué pasa con el crédito bancario? ¿Habrá cambios sobre la presión fiscal? Hacen falta todavía reglas claras para que podamos hablar de que están dadas las condiciones del crecimiento”, agregó Uribarren.
“Hay repunte de ventas y la actividad se adaptó”
“Hay un repunte generalizado de ventas, muchas consultas, mucho movimiento, en particular la movida es importante en la venta de lotes en emprendimientos. La gente sabe que con la construcción no se pierde y hoy apuesta al ladrillo”, aseguró Virginia Manzotti, titular del Colegio Profesional de Corredores Públicos Inmobiliarios (CPCPI).
“La actividad inmobiliaria es la que más se adapta a las nuevas situaciones y eso sucedió con la nueva Ley de Alquileres. Se hicieron nuevos contratos y la gente sigue pagando”, relató la dirigente profesional, apoyada en un informe sectorial para luego precisar que el foco de interés de la clientela tiene que ver hoy con las “compras de oportunidad” por ejemplo de departamentos usados de un dormitorio, cuyos valores están entre 25% y 30% más baratos en dólares. “Por supuesto ya comenzaron a llegar muchísimas consultas por el ProCreAr, que está creando muchas expectativas. Creo que la gente perdió el miedo a la situación y aunque mesurados, con cautela, hoy busca volver a la normalidad”, afirmó.