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Corresponden a lo que, según la ley de Presupuesto nacional, percibirá la provincia por el fondo sojero y por la financiación del impuesto a las obras en marcha y los gastos nacionales en la provincia.
El próximo 24 de agosto vencen las facultades delegadas por el Congreso al Poder Ejecutivo, entre las que se encuentra la de fijar retenciones a las exportaciones de productos agropecuarios y -tal como ya sucedió el año pasado- la oposición buscará quitarle al Gobierno esta facultad y avanzará para llevarlas a cero, excepto en el caso del complejo sojero, en el cual los miembros de la Mesa de Enlace ya habrían consensuado un plan para segmentarlas y disminuirlas progresivamente.
Sin embargo, y más allá de los detalles, este debate no representa para las provincias un costo cero.
Muy por el contrario -y en el caso de Córdoba- la disputa de poder pone en juego 1.400 millones de pesos anuales que son los que tiene presupuestado el Gobierno Nacional que girará en 2010 en concepto de Fondo Federal Solidario (sojero) y por todo otro tipo de transferencias, financiadas por el Tesoro.
El cálculo se realizó en función de que la recaudación estimada por retenciones para todo 2010 es de 41.500 millones de pesos, 15% del total de lo que el Estado tiene presupuestado que ingresará en el presente año.
Asimismo, la ley 26546, contempla que se girará a Córdoba en concepto de transferencias totales alrededor de 13.225 millones de pesos, de los cuales 553 millones corresponden al Fondo Federal Solidario y cerca de 7.000 millones a los gastos que en esta jurisdicción posee Anses, por lo cual, de prosperar las intenciones del arco opositor en el Congreso, estarían en juego 15% de lo que el Tesoro destina en concepto de transferencias totales, casi unos 5.700 millones, más los 553 millones que están presupuestados para el fondo sojero.
Otros perdedores
Asimismo, esta administración provincial no sería la única perjudicada de prosperar la afrenta opositora y eliminarse la totalidad de las retenciones a los productos agropecuarios.
Así lo manifestaron en los últimos días industriales de diferentes cadenas alimentarias tales como la lechera, la panadera y la de productos avícolas.
Los empresarios advirtieron que una eventual eliminación de las retenciones generaría importantes subas en los precios de sus productos.
Según coincidieron industriales avícolas y panaderos, la baja en el ingreso de recursos a las arcas del Estado por vía impositiva obligaría al Gobierno a reducir los subsidios que reciben sectores clave del sector alimenticio, por lo que se dispararían los precios.
El presidente del Centro de Industriales Panaderos, Jorge Álvarez, rechazó la intención opositora, al advertir que esa medida causaría un aumento en el precio del pan.
“Lo escuché al presidente de la Sociedad Rural (Hugo Biolcati) diciendo que al trigo y al maíz hay que sacarles por completo las retenciones. Pero habrá que ver cuál es finalmente la propuesta; si segmentamos, también debemos segmentar los precios, porque si sube la harina, el precio del pan también debe subir”, indicó.
Por su parte, el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, Roberto Domenech, advirtió que una eventual eliminación de las retenciones generaría un “impacto muy importante” en los precios de los pollos.
“Sin ninguna duda, (esa medida) implicaría en todo lo que tiene que ver con la transformación de la materia prima, un impacto muy importante en los precios, porque cambia el valor interno”, sostuvo el empresario.
Productores tamberos aseguraron a Comercio y Justicia que, de eliminarse los derechos a las exportaciones, ellos sufrirían subas importantes en los costos que tienen que ver con la alimentación de las vacas, “lo que implica en algunos casos, 50% de la composición del precios”, indicaron.
En ese sentido, la industria láctea advirtió que “no ve posibilidades” de incrementar el valor de la materia prima a los productores, si éstos sufren un impacto en sus costos por una eventual eliminación de las retenciones.
En un escenario semejante se agregaría la suba de los alquileres de tierras, “lo cual se traduciría en una reducción de ingresos directa para los productores de leche”, expresó el Centro de la Industria Lechera (CIL).
Y agregó que, en el caso de los consumidores “no hay condiciones para el incremento del valor final de los productos, que sería la otra forma de poder absorber la eliminación de las retenciones”.
En todos los casos, estos empresarios reciben productos o producen alimentos en los que tanto el maíz, el sorgo o la soja tienen gran impacto en el costo de producción.
“El motorcito…”
El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, aseguró que las retenciones a las exportaciones «son parte fundamental del eje de redistribución de la riqueza que lleva adelante el Gobierno». El funcionario se expresó así en medio del recrudecimiento de los reclamos del campo para bajar a cero las retenciones a las exportaciones de granos, y si bien no se refirió explícitamente a los reclamos agropecuarios, Echegaray dejó en claro su rechazo a la intención de la oposición legislativa. Estamos transitando un año muy positivo en términos de política fiscal y los ingresos por retenciones podrían ser el motorcito de la recaudación para el segundo semestre de este año», dijo.
