Quilmes, la empresa líder absoluta del mercado cervecero local, se sumó a los supermercados que anunciaron el congelamiento de sus precios hasta terminar el semestre, con el lanzamiento del “Pacto de Quilmes”, mediante el cual el precio de la botella clásica de litro de la marca será mantenido fijo por tres meses.
La promoción estará disponible en los 250 mil puntos de venta en la marca comercializa sus productos, como supermercados, almacenes, autoservicios y los diferentes comercios de barrio de todo el país.
Además, los consumidores podrán canjear cuatro envases vacíos por una Quilmes de litro gratis en esos puntos de venta adheridos de todo el país, en línea con la acción que desarrolla la empresa de que el 100% de las botellas sean retornables o estén fabricados a partir de materiales mayoritariamente reciclados.
La determinación de basar una campaña en el congelamiento de un precio coincide con la medida que adoptó el Gobierno de abrir la importación de alimentos y bebidas, que conmocionó a la industria, sobre todo a partir de que los supermercados, que salieron con agresivas promociones que recaen sobre los ticketes de los clientes, quedaron en libertad de incorporar competencia externa en las góndolas.
La fuerte tensión entre el Gobierno y las empresas productoras de alimentos causó inclusive una crisis en la cúpula de la Copal, que la hizo cambiar su estructura a principios de abril, lo mismo que su política ante la apertura de las importaciones, consecuencia de la cual hubo despidos en el sector y se estancó la paritaria.
Encendió la luz naranja de la industria alimenticia que una cadena de comercialización líder, como la francesa Carrefour, exhumara sus “Precios Corajudos”, como los que había concertado durante la administración de Alberto Fernández y terminaron agotados en flexibilidades debido a que el plan antiinflacionario había hecho agua.
Ahora que los retoma, con la pegadiza marchita incluida, y aplica para 1.500 productos de almacén, bebidas, artículos de bazar y de limpieza e higiene personal, dispone de la facilidad de importar cuando la industria nacional no se adapte a la referencia de las góndolas.