ESCUCHAREn el discurso ante la Asamblea Legislativa, el Presidente expuso los principales ejes de su gestión y estableció la prioridad del Congreso: las leyes “cerrojo” y de Pago Soberano y la rebaja del IVA para la canasta de los sectores vulnerables. Asimismo, destacó las medidas que ya impulsó.
En una de las Asambleas Legislativa más tensas desde el retorno de la democracia el 10 de diciembre de 1983, cuando asumió el líder radical Raúl Alfonsín, y con fuertes críticas a la herencia recibida del kirchnerismo, el presidente Mauricio Macri dejó inaugurado ayer el 134º período de sesiones ordinarias, cuando expuso como principales ejes de gobierno la baja de la inflación, la generación de empleo, la reducción de la pobreza y el combate al narcotráfico.
La dura descripción de la situación con la que se encontró al asumir el poder el pasado 10 de diciembre generó el repudio de un sector del kirchnerismo, lo que obligó a Macri a pedir que «se respete el voto del pueblo», y a la vicepresidenta Gabriela Michetti a pedir que se respete al jefe de Estado.
Ante un recinto colmado de diputados, senadores e invitados especiales, Macri dirigió un discurso por espacio de una hora en la que pidió, entre otras cosas, que el Congreso sancione los proyectos necesarios para cerrar el acuerdo con los fondos buitre y así salir definitivamente del default, y poder acceder al financiamiento externo y a la expansión económica.
Así, el mandatario estableció como prioridad la sanción de las iniciativas para derogar las leyes de Pago Soberano y “cerrojo” con el fin de cerrar el tema de los fondos buitre.
En ese sentido, el jefe de Estado dijo que hay que «poner la responsabilidad por sobre la retórica» para cerrar el acuerdo alcanzado, al tiempo que aseguró que por la falta de un consenso con los tenedores de bonos, en los últimos años la deuda pasó de menos de 3.000 a 11.000 millones de dólares.
“Calculamos que el no acceso al crédito le costó a Argentina 100.000 millones de dólares y dos millones de puestos de trabajo que no se crearon”, sentenció.
En su mensaje, Macri propuso una extensa agenda legislativa que contempla la rebaja del IVA para productos de la canasta familiar para los sectores de menores recursos (Ver “Control de…”), una ley de compras públicas y desarrollo de proveedores “para romper los bolsones de corrupción y mejorar la eficiencia, las reformas en el Consejo de la Magistratura, la designación de los pliegos para jueces de la Corte Suprema, la ley del arrepentido y reforma política electoral (Ver “Transformar el Poder…”), entre otras.
Macri llegó a las 11.25 al Congreso Nacional y allí, tras ser recibido por la vicepresidenta, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, el titular de Diputados, Emilio Monzó, y dos comisiones, una exterior y otra interior, se trasladó al recinto.
El jefe de Estado comenzó su discurso con un balance sobre “la herencia” recibida y en ese marco aseguró que se encontró con un Estado «desordenado y mal gestionado», con «falta de planeamiento, corrupción y desidia» que lo hicieron tener «poca o nula capacidad para atender sus obligaciones».
Y dijo: «En los últimos años, el Estado ha mentido sistemáticamente, borrando líneas entre la realidad y la fantasía», con lo cual «la credibilidad y la confianza fueron destruidas».
En ese contexto, Macri indicó que se encontró con «un Estado plagado de clientelismo y al servicio de la militancia política y de destrucción de la carrera de los trabajadores públicos».
En ese sentido, explicó que en Argentina «no creció el empleo en los últimos años tanto por la inflación, como por los impuestos y por las malas políticas aplicadas».
Señaló el mandatario: «Nos acostumbramos a vivir así y pensamos que era normal».
Con aplausos de los diputados de Cambiemos y, por tramos, gritos reprobatorios de algunos kirchneristas, Macri subrayó los problemas que enfrenta Argentina y en ese marco puntualizó que en los últimos años «se habló de un modelo de inclusión social, pero tuvimos en estos 10 años una inflación de 700%, un déficit de 7% del PBI» que se financió con emisión monetaria del Banco Central.
Y ante el repudio del kirchnerismo, aseguró que «la inflación existe porque el gobierno anterior la promovió porque creía que era una herramienta válida de la política económica».
Macri aseguró que su gobierno está «convencido» de que la inflación «irá bajando hacia fin de año» y lanzó una dura advertencia a los empresarios que especulan y aumentan los precios sin causas. «La inflación devora el salario. Nosotros tenemos que ir por más trabajo y menos inflación», dijo.
«La inflación es perversa, destruye no sólo el poder adquisitivo de los que menos tienen sino también la confianza y la previsibilidad de la economía», afirmó, al tiempo que emitió un claro mensaje a los empresarios que forman precios: “que nadie crea» que su administración será «tolerante con aquellas empresas que se quieran poner por encima de la Justicia».
«No vamos a tener la arbitrariedad ni seremos matones como algunos han sido en los últimos tiempos pero fortaleceremos la competencia», señaló ante la Asamblea.
Pese a todo ello, aseguró que está «convencido de que la inflación va a ir bajando hacia el final de 2016».
Con todo y en la casi media hora que dedicó a exponer la herencia recibida, Macri se comprometió «a publicar los datos área por área para que sepan cómo estaba la Argentina en diciembre del 2015».
Marcando el camino
Por otra parte, reafirmó que el objetivo del Gobierno será «unir a los argentinos, combatir el narcotráfico y la pobreza, disminuir la inflación y mejorar la independencia del Poder Judicial», y resaltó como medidas de su gobierno los cambios en las asignaciones familiares («incorporamos 1.200.000 familias») y en el impuesto a las Ganancias, aunque respecto de éste señaló que «el cambio de las escalas será una tarea del Congreso».
DDHH y cultura del trabajo
A días del encuentro con la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, el jefe de Estado recordó el 40º aniversario del último golpe cívico-militar que se cumplirá el 24 de marzo, y dijo que se debe aprovechar ese día para «gritar nunca más a la violencia institucional».
En el último tramo de su discurso Macri pidió recuperar la «cultura del trabajo, del esfuerzo que te aleja de la deshonestidad» y llamó a unirse detrás de «una agenda de crecimiento».
«El puente lo construimos juntos o no se construirá jamás», graficó el primer mandatario al hacer referencia a la actividad del ingeniero (tal su profesión), y dijo que los cambios se hacen con «pequeños pasos todos los días», para concluir afirmando que ya se empezó a recorrer ese camino.
Sin fecha precisa
Griesa postergó decisión sobre restricciones
Luego de una audiencia de dos horas, en la que participaron abogados del Gobierno argentino y de los fondos buitre, el juez neoyorkino Thomas Griesa evitó ayer tomar una decisión sobre el pedido argentino de levantar las restricciones que pesan sobre el país, que impiden el pago a bonistas reestructurados.
Un día después del acuerdo con los fondos buitre más duros encabezados por el multimillonario Paul Singer, Griesa encabezó una audiencia para resolver sobre la restricción, pero postergó, sin fecha, esta decisión.
Tanto los fondos NML Capital y Aurelius, que llegaron a un preacuerdo con Argentina el lunes para pagarles 4.653 millones de dólares, como otros querellantes que aún no llegaron a un compromiso, pidieron al juez que otorgue un plazo adicional de 30 días para que continúen las negociaciones. Así lo hizo el abogado del fondo NML , Ted Olsos.
Quienes también se opusieron al levantamiento fueron los bonistas agrupados bajo el nombre «Pablo Varela», quienes el día anterior denunciaron que se sienten discriminados por el mediador, Daniel Pollack.
