El interés que despertó el regreso del país a los mercados internacionales fue tal que la oferta superó en más de cuatro veces los 15.000 millones de dólares que salió a buscar para pagarle a los fondos buitre y hacer obras.
Argentina recibió ayer ofertas de dinero por casi 4,5 veces más de los 15.000 millones de dólares que salió a buscar el gobierno de Mauricio Macri, en lo que fue el regreso a los mercados internacionales de financiamiento tras 15 años en default.
Hoy en tanto, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, anunciará el monto exacto de la colocación de bonos y las tasas de interés a pagar, que promediarían 7,5 por ciento.
Con parte de los fondos reunidos, el viernes próximo se hará el pago a bonistas para salir formalmente de la cesación de pagos y cerrar el prolongado litigio ante los tribunales de Nueva York.
“Somos positivos por el resultado, pero no podemos dar cifras”, dijeron fuentes de la cartera económica, quienes informaron que el ministro anunciará la tasa de corte y los montos de los bonos a que a 3, 5, 10 y 30 años, colocará entre los inversores.
En tanto, fuentes allegadas a la operación coincidieron en asegurar que hubo un “aluvión” de interesados por estos títulos, por lo que las ofertas rondaron entre 60.000 y 67.000 millones de dólares.
Las fuentes del mercado también hablaron de una tasa en torno a 6,25% para el bono a tres años, mientras que en el mercado paralelo, conocido como “gris”, los bonos ya cotizaban un dólar por encima de la par.
La colocación comenzó en la madrugada argentina en la plaza de Londres, y el raid de ofertas continuó hasta la costa oeste de los Estados Unidos.
La semana pasada, Prat Gay, junto al secretario de Finanzas, Luis Caputo, y el viceministro Pedro Lacoste, entre otros funcionarios, realizaron una gira de presentación de estos títulos por Nueva York, Londres y diversas plazas financieras, ante centenares de potenciales oferentes.
Prat Gay anunció que parte de ese dinero se destinará a pagar 8.500 millones de dólares en títulos que no entraron a los canjes de deuda de 2005 y 2010, y el resto se utilizará para equilibrar las cuentas públicas, y lanzar un plan de obras. “Ahora viene un proceso que tenemos que aprovechar para captar inversiones y evitar el ajuste, y para recuperar todas las inversiones en infraestructura que no se han hecho en los últimos años”, dijo Prat Gay a fines de marzo, cuando el Congreso aprobó esta operación.
“Tenemos que ir afuera porque el mercado (local) es muy pequeño. La alternativa a esto hubiese sido un ajuste brutal”, dijo en esa oportunidad.
Recordó que la aprobación del proyecto que habilita al Gobierno a cerrar el acuerdo con los buitres que reclaman en la Justicia de Nueva York, “es el acto definitivo que borra el default de 2001”, y subrayó que “nadie disfruta pagarles a los profesionales de la usura, pero había que resolverlo”.
El Gobierno esperaba conseguir una tasa menor a 8,5%, que fue lo que consiguió a mediados de marzo YPF por bonos a 10 años de plazo.
Los bancos colocadores cuyo nombramiento se formalizó el viernes son el Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Citigroup y UBS.