Las emisiones de gases de efecto invernadero producto del minado de bitcoin (BTC) serán 14,1% más bajas este año en comparación con 2021, luego de que la caída en el precio de la principal criptomoneda del mundo impulsó a los “mineros” a operar máquinas más eficientes.
En total, la emisión de gases provocada por bitcoin alcanzará 48,35 millones de toneladas de dióxido de carbono este año, lo cual representa 0,1% de las emisiones globales y aproximadamente la mitad de lo que generan las mineras de oro, según datos anualizados en un informe publicado el martes por el Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge (CCFA).
Si bien 37,6% de la energía aprovechada por los “mineros” de la mayor criptomoneda se deriva de tipos de energía sostenibles, los combustibles fósiles aún representan casi dos tercios de la electricidad total utilizada por la industria, y el carbón es la mayor de estas fuentes.
“Dada la reciente fuerte disminución en los ingresos mineros por unidad de potencia informática proporcionada, se produce un cambio a un hardware más eficiente, lo que conduce al retiro, al menos temporal, del hardware más antiguo y menos eficiente”, señaló el informe, consignado por Bloomberg.
El precio de BTC cayó de US$69.000 en noviembre del año pasado a menos de US$20.000 en las últimas semanas, un derrumbe de más de 70% en su precio que afectó los márgenes de rentabilidad de las personas y empresas que prestan sus equipos para el proceso de validación de las operaciones dentro de la red.
La minería de criptomonedas es el proceso mediante el cual se validan las transacciones dentro de una blockchain -red a través de la cual circula una criptomoneda- y, para hacerlo, los “mineros” conectan sus computadoras con placas de video de alta velocidad que resuelven complejos cálculos matemáticos con los que se garantiza la seguridad de las operaciones dentro de esa red.
En el caso de bitcoin, los “mineros” utilizan computadoras que consumen mucha energía para las transacciones y, a cambio, reciben unidades de bitcoin como forma de pago.
Según el informe, las generaciones más antiguas de computadoras dejaron de ser rentables, dado el aumento simultáneo de los costos de la electricidad con la caída en el precio de BTC, que hizo que aquéllos superaran los ingresos de la minería.
Los datos provienen de la nueva herramienta de índices de la CCFA, que proporciona estimaciones diarias de las emisiones anuales y totales de gases de efecto invernadero relacionadas con bitcoin y un desglose de la combinación de electricidad. Lanzada en 2019, la herramienta de índice ha sido una de las fuentes de datos más utilizadas para medir el consumo de energía de bitcoin.