El resultado del primer trimestre fue positivo en términos reales. El aumento se produjo
principalmente a partir de las colocaciones de instrumentos financieros. Por cantidad
de operaciones, hubo merma en prendarios e hipotecarios. Fuerte suba de los plazos fijos
El Banco de Córdoba cerró el primer trimestre con una utilidad neta de 740,03 millones de pesos, 56,12 por ciento mayor respecto a igual período del ejercicio anterior.
El aumento se ubica levemente por encima de la inflación registrada en la comparación interanual.
De acuerdo con los Estados Contables informados por la entidad y a los que tuvo acceso Comercio y Justicia, la mejora en los resultados fue producto del incremento del rédito generado por “instrumentos financieros a valor razonable con cambios en resultados” que llegó a 3.658,4 millones de pesos.
Según datos oficiales, del total de instrumentos en poder de Bancor, casi 21 mil millones de pesos correspondían a Letras de Liquidez (Leliq) y Notas del Banco Central (Nobac).
En este contexto, considerando los resultados de los últimos 12 meses, la rentabilidad sobre el patrimonio neto promedio alcanzó un nivel de 38,22 por ciento, mientras que la rentabilidad sobre los activos promedio lo hizo en torno al 3,38 por ciento. Considerando los resultados de los 12 meses anteriores, estos ratios fueron 37,93 por ciento y 2,72 por ciento, respectivamente.
Los ingresos por intereses y resultados netos por medición de instrumentos financieros a valor razonable con cambios en resultados alcanzaron los 9.895 millones de pesos en el primer trimestre de 2019, 192,66 por ciento superiores al año anterior.
En ese marco, se destacaron los intereses por préstamos al sector privado y los ingresos por títulos públicos y privados.
El resultado neto por intereses fue de 60,4 millones de pesos, traccionado principalmente por la banca empresas y por inversiones institucionales.
En cuanto al resultado neto por comisiones, el mayor aporte provino de la banca individuos. En conjunto totalizó 798,7 millones de pesos.
En tanto, los gastos de administración acumulados ascendieron a 1.185 millones de pesos, con un crecimiento del 58,21 por ciento interanual. Además, los beneficios al personal fueron de 1.512 millones de pesos, 51,05 por ciento mayor a un año atrás.
Finalmente, ascendieron a 714 millones de pesos los otros gastos operativos, esto es, un aumento del 28,42 por ciento respecto del mismo período del ejercicio anterior.
Por lo demás, el resultado operativo de la entidad llegó a 1.099,07 millones de pesos frente a los 671,56 millones de pesos de igual período de 2018.
En cuanto al pasivo y al activo, al 31 de marzo de 2019 los depósitos ascendieron a 103.563 millones de pesos, 65,99 por ciento más que un año atrás. Ese monto representó un 91,94 por ciento del pasivo.
En tanto, los préstamos y otras financiaciones (netos de previsiones), totalizaron 46.800 millones de pesos, 37,61 por ciento más que en 2018. El 98,9 por ciento de ese incremento se produjo a partir de las financiaciones al sector privado no financiero.
En ese marco, el patrimonio neto de la entidad, esto es activo menos pasivo, llegó a 7.970,8 millones de pesos.
En cuanto a los niveles de morosidad al 31 de marzo, los números de Bancor reflejan una evolución similar a la del sistema financiero, con un índice de morosidad del 4,88 por ciento y un índice de cobertura del 106,87 por ciento.
Concretamente, según los datos informados en los Estados Contables,en el caso de la cartera comercial, de los 20.450,9 millones de pesos relevados, 811,3 millones aparecían como de alto riesgo de insolvencia, 130 millones de pesos más que al cierre de 2018. En tanto, 25,2 millones se mencionaban como “irrecuperables”.
En tanto, en la cartera de consumo y vivienda, de los 31.343,4 millones de pesos en total, 636,6 millones de pesos aparecían como de “riesgo alto”. Por su parte, el de irrecuperables se ubicó en 254,3 millones de pesos, 36,5 por ciento más que al cierre de 2018.
Según se aclaró, las financiaciones que se encuentran en situación de cumplimiento irregular incluyen los créditos otorgados a los deudores clasificados como “3 -con problemas/riesgo medio-, 4 -con alto riesgo de insolvencia/alto riesgo-, 5 -irrecuperable y 6 -irrecuperable por Disposición Técnica/Normas del Banco Central” en el marco del sistema de clasificación de créditos del Banco Central.
Respecto a las previsiones por riesgo de incobrabilidad, se miden como porcentaje de cartera de créditos en situación irregular.
Operaciones con altibajos
En cuanto a la cantidad de operaciones, en el caso de los préstamos hipotecarios llegaron a 3.377 en el primer trimestre del año, frente a 4.168 de 2018 y a 6.351 en 2017.
Por su parte, en el caso de los créditos prendarios, en 2019 alcanzaron a 1.928, el año pasado a 2.968 y en 2017 fueron 6.212.
Finalmente, el resto de los préstamos llegaron en los primeros tres meses del año a 791.931, levemente por encima de las 786.825 del año pasado y también por arriba de las 751.919 de 2017.
Donde sí se percibió un fuerte aumento de los movimientos fue en los plazos fijos, siempre en cantidad de operaciones. En el caso de la banca individuos, llegaron a 132.612, frente a las 101.627 de 2018 y a las 100.343 de dos años atrás.
En el caso de la banca empresas, fueron 2.851, 2.576 y 2.568 en 2019, 2018 y en 2017, respectivamente.
Concentración de créditos y depósitos
Por lo demás, Bancor informó que del total de préstamos otorgados, el 11,26 por ciento se concentró en sólo 10 clientes y el 17,06 por ciento sobre los 50 siguientes.
En cuanto a depósitos, los 10 mayores representaron el 33,36 por ciento del total.