La Asociación de Transportistas Lácteos y Afines de la República Argentina (Atlara), resolvieron iniciar una ronda de diálogo con las industrias para pedir un aumento de emergencia de como mínimo 30% en un solo pago para sostener el funcionamiento de las empresas, mientras trabajan en la conformación de un esquema tarifario que les permita establecer los valores acorde a los movimientos de costos.
El atraso en las tarifas que pagan las industrias lácteas al transporte recolector de leche en tambos está provocando la disminución de camiones en servicio.
En el primer semestre del año el incremento de costos del transporte en general fue de 30,5%, en promedio los recolectores de leche recibieron solo 20%, cuando el costo operativo de los camiones que ingresan a los tambos es mucho más elevado que el de cualquier otro servicio de transporte, al sufrir mayor cantidad de roturas, el costo salarial es más elevado por necesitar mayor cantidad de personal, se consume más gasoil por kilómetro al ingresar al barro, entre otros ítem que marcan una diferencia de costo con el común del transporte.
El desfase en el valor de las tarifas que perciben con las que corresponden que las industrias abonen es de 45%, según sostuvo el presidente de Atlara, Roberto Pachiega, quien manifestó su preocupación porque “hay empresas que dejaron de recolectar leche, bajaron el tanque y pasaron a otro servicio de carga. Las que quedan en pié hace dos años que no pueden cambiar las unidades, encontrándose la mayoría de ellas en mal estado por las condiciones en las que se encuentran los caminos por las inundaciones”.
En este momento, pese a que son varios los camiones que dejaron de prestar servicio no impacta en la recolección por la caída de producción, pero advierten de que a medidas que se recupere el volumen se corre el riesgo de que quede leche en los tambos sin recoger.