La Dirección General de Aduanas (DGA), en conjunto con la Unidad de Información Financiera (UIF) y la división de Lavado de Activos de la Policía Federal Argentina (PFA), realizaron hoy 51 allanamientos en el marco de una denuncia por la presunta fuga de US$ 400 millones de 176 empresas a través de falsas importaciones con el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
Los allanamientos se realizaron de forma simultánea en 18 bancos, ocho estudios contables y 25 sociedades ubicados en el microcentro porteño y en las ciudades de Rosario, Córdoba y Bahía Blanca, informó el organismo aduanero.
El procedimiento se enmarca en la causa 452/23 del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 2 a cargo de Pablo Yadarola y de la Fiscalía Nacional en lo Penal Económico N° 6 de Jorge Dahlrocha, iniciada a partir de una denuncia de Aduana en febrero último.
La maniobra, realizada por 176 empresas entre julio de 2020 y julio de 2022, consistió en simular importaciones, utilizando documentación y SIMIs falsas, con el único objetivo de fugar divisas al exterior.
“Básicamente lo que hicieron fue simular operaciones de importación. Nunca importaron nada a la Argentina y giraron al exterior US$ 400 millones”, precisó el titular de la DGA, Guillermo Michel, este mediodía en diálogo con los medios de comunicación.
La investigación surge de un cruce sistémico efectuado por la Aduana, comparando los giros de divisas autorizados por los bancos con las importaciones que nunca efectuaron las firmas.
En el caso de algunos estudios contables y jurídicos, se armaban las empresas y en otros ofrecían aumentar la capacidad económico financiera a quienes giraban las divisas.
Muchas de las empresas allanadas -señaló Aduana- eran “cáscaras” pues no tenían empleados ni capacidad económica y financiera para realizar estos giros.
Además, una gran cantidad de las mismas no estaban habilitadas como importadores o exportadores, sino que fueron incluidos en la base de usuarios de comprobantes apócrifos y creadas sólo para realizar este tipo de conducta ilícita.
Firmas estadounidenses
Los giros al exterior por las falsas importaciones fueron realizados con los códigos de importaciones de bienes de capital o de pago adelantado de importaciones de bienes, y fueron dirigidos a 146 firmas estadounidenses de dudosa constitución, fundamentalmente LLCs (sociedades de responsabilidad limitada) radicadas en los Estados de Delaware y Florida.
La Aduana le informó de la situación al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos a través de su Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (Homeland Security Investigations, HSI), organismo que recabó información de las empresas en ese país y brindó detalles sobre los beneficiarios finales de las empresas radicadas allí.
De dichos datos, se desprendió que las 146 firmas estadounidenses a las cuales se giraron las divisas están vinculadas con argentinos.
“La plata que se fugó de Argentina terminó en cuentas de sociedades del exterior vinculadas a argentinos. Estas son maniobras que claramente son ilegales y que consiste en obtener dólares, sacarlos del sistema financiero de manera ilegal para luego revenderlos en el mercado blue o al de Contado con Liquidación”, subrayó Michel.
El titular de Aduana confirmó que se detuvieron a dos personas en el marco de los allanamientos, además de secuestrarse mercaderías.
Las SIMIs falsas, que dieron luz verde al giro de divisas, habrían sido realizadas con la connivencia del personal del sector de comercio exterior de diversos bancos y financieras, según se informó.
“Podemos decir que los directorios y gerentes de los bancos no están involucrados, pero si lo estuvieron empleados infieles de los sectores de comercio exterior. Eso es lo que tiene determinado la justicia hasta ahora. En las escuchas realizadas se detectó una gran cantidad de empleados de bancos siendo parte de la maniobra”, precisó Michel, quién aclaró que la causa se encuentra en secreto de sumario.
Dichos empleados “pedían determinados montos a cambio de liberar de manera irregular estos giros” sin “la debida documentación”.
Los dos detenidos, precisamente, son empleados de dos entidades financieras.
El sistema SIMI no tenía trazabilidad del giro contra la importación de mercadería, lo cual fue solucionado con la implementación del SIRA, que contiene un cruce sistémico y una cuenta corriente con el Banco Central (BCRA).
“Evidentemente los controles fallaron. El sistema SIRI tenía errores y no se aplicaron de manera correcta los controles, pero fundamentalmente falló el control delegado en los bancos comerciales”, señaló Michel.
La denuncia se encuadrada en los artículos 864 inciso b y 865 inciso f del Código Aduanero, y la Aduana se presenta como parte querellante.
El titular de Aduana precisó hoy que “hay tres causas más en distintos juzgados” vinculados con el tema, y que habría “un hilo” en común entre las empresas creadas en Delaware que participaron de la maniobra, pero aclaró que no se encuentra autorizado a dar mayor información pues la investigación está en proceso.