ESCUCHARCon una inflación cuyo piso se estima en un 25% anual, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea, alertó por el riesgo que significa el atraso cambiario.
“Hoy se está en un tipo de cambio 1,38 respecto de diciembre de 2001”, explicó a Comercio y Justicia Gustavo Reyes, economista en jefe del Ieral Cuyo. “Si el tipo de cambio nominal quedara fijo y el dólar no se moviera, el año terminaría con un tipo de cambio de 1,18, osea en una relación apenas por encima, y claramente habría problemas en la economía”, agregó.
En ese sentido, Reyes aseguró que por “el tipo de esquema, sobre todo fiscal, que tiene Argentina, se necesita un tipo de cambio más alto”.
Así se expresó en el marco del primer almuerzo del año realizado ayer por la Fundación Mediterránea.
Sin embargo, y pese a esta necesidad, Reyes explicó que es difícil imaginar que el tipo de cambio vaya a seguir la tasa de inflación, “entonces, lo más seguro es que se empiece a atrasar”.
“Con una inflación que es un poco más de cuatro veces superior a la internacional, es difícil pensar que el tipo de cambio la siga. Y mientras más se atrase, el problema para adelante será más grande. La pregunta sería a qué ritmo se va a atrasar, y yo planteaba que lo más seguro es que se ajuste por detrás de la inflación. Eso es lo que pasó en Argentina en los años 80”.
El atraso sería beneficioso para aquellos sectores que sustituyen importaciones, y perjudicial para los que se dedican a exportar, concluyó.
