La progresión de los precios y la caída en la producción pecuaria aceleran las posibilidades de que se importen cortes vacunos en 2010, según la Unidad de Investigación y Desarrollo del Movimiento de Consorcios Rurales de Experimentación Agrícola (CREA).
“El productor participa en un 21% del precio del kilo de carne, cuando históricamente intervenía en 30%”, explicó Ricardo Negri, responsable técnico de la Unidad de Investigación del Movimiento.
En tanto, la industria participa con 5%, el Estado con 24%, otros actores con 26%, entre los que se cuentan las carnicerías, y otro 24% corresponde a los costos de transacción.
Belisario Álvarez de Toledo, Coordinador General de CREA, advirtió que “los números del negocio de la cría vacuna reflejan un serio problema para toda la ganadería argentina”.
El especialista consideró que, actualmente, producir un ternero en nuestro país cuesta 3,7 pesos por kilo, y el precio de venta es de 3,4 pesos por kilos. “Esto quiere decir que los productores de terneros no obtienen rentabilidad y no existen incentivos para una actividad que representa el primer eslabón de la cadena cárnica”, explicó.
Señales de alerta
En los últimos años hubo cambios en el modelo ganadero, que se vieron acelerados por la sequía.
“A la redistribución del stock, que se fue desplazando hacia zonas menos productivas del norte y el oeste del país, se sumó una caída del stock y una importante faena de hembras”, destacó Negri.
Según los datos presentados, desde el año pasado comenzó a caer la existencia vacuna y la producción de carne que, hasta 2006, venían creciendo. También se alertó sobre la caída del peso de matanza y sobre la elevada proporción de hembras faenadas, que llegó, en los primeros cinco meses de 2009, hasta 50% de la participación, con lo que superó valores de 2008.
Negri consideró que el principal factor que influye en este comportamiento es el cambio de expectativas: “Los estímulos, que eran positivos antes, se transformaron en negativos ahora”.
Sin embargo, el especialista indicó que la tendencia negativa podría revertirse si se establecieran condiciones de promoción de la actividad y se interrumpiera el intervencionismo oficial.
De esta manera, Negri invitó a los productores a aplicar tecnologías y “mantener vivo el negocio hasta que mejore el marco de precios, porque a los argentinos nos gusta mucho la carne y, por más que hoy haya limitantes, los ganaderos siempre tendrán mercado”.