ESCUCHARSi bien consideró necesario un sinceramiento de precios, Carlos Sanchez, director del Ieral, advirtió que de “hacerse hoy, la inflación sería del 100%, cosa que no aguantaría ninguna sociedad”.
Así indicó Sánchez a Comercio y Justicia en el marco del almuerzo de la Fundación Mediterránea, en el que se explayó sobre las “Limitaciones de la política económica”.
Tras un repaso sobre los conceptos de economía política y política económica, explicó que “en Argentina hay desvinculación entre ambos conceptos, lo que lleva a la distorsión de mercados y precios”.
“La política está distorsionando las reglas de la economía”, explicó, al tiempo que expresó que “en la medida en la que se alteran los precios consignado máximos, lo que se provoca es escasez del producto y en consecuencia, la suba del precio del mismo, lo que es algo que el Gobierno no quiere”, dijo.
En tanto, si bien le indicó a este medio que “ninguna política de control sirve, ya que las consecuencias de ello son las distorsiones y así se perjudica al que menos tiene, que es el asalariado”, consideró que el Gobierno “no puede o no debe liberar los precios de un día para el otro”.
“Tienen que hacerlo gradualmente y atendiendo casos puntuales; acompañado la medida con buenas políticas redistributivas del ingreso y con un adecuado conjunto de subsidios”, explicó.
“El Gobierno debería ajustar sus políticas teniendo más en cuenta las reglas de la economía”, concluyó el economista.
Consecuencias
Sánchez indicó además que una de las consecuencias del sinceramiento de precios es la desaceleración del crecimiento en la actividad.
“Se va a ir desacelerando la economía, lo que no significa que deje de crecer, sino que el incremento va a ser a una tasa unos puntos por debajo de la actual”, aseguró.
“Crecer a tasas chinas es imposible ya que se termina no creciendo. Crecer al 8% es muy lindo si se puede, pero crecer al 5% es excelente”, indicó, al tiempo que cuestionó: “¿Qué país del mundo puede no querer crecer al 5% durante 20 años?”
Salarios
En cuanto a los salarios, Sánchez indicó que “hay que ir corrigiéndolos a medida que se haga lo mismo con los precios. Acá hay una confusión en echarle la culpa de la inflación a la suba de los sueldos. Hay que destacar que el único culpable de la inflación es el Gobierno. Ni la voracidad empresaria, ni la voracidad sindical son los responsables, pasa que empresarios y gremios acompañan porque ninguno quiere quedarse retrasado”.
Al mismo tiempo, destacó los desafíos que enfrenta el Gobierno: bajar la inflación, recuperar la sostenibilidad fiscal, disipar dudas sobre la liquidez, reconocer costos y precios, revisar el esquema de subsidios, reimplantar reglas de mercado transparentes y recuperar la inserción financiera internacional.
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