La pérdida promedio es de 131,13 dólares por hectárea, con una rentabilidad negativa de 1,14%. Aseguran que “lejos de solucionar el problema de déficit fiscal” se genera presión sobre el tipo de cambio y con ello la inflación que a su vez repercute en una mayor recesión.
El Instituto de Investigación de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) Regional Córdoba elaboró un informe con el que fundamentó que, con los actuales niveles de retenciones a la producción agropecuaria, la rentabilidad del sector es negativa.
En ese sentido, afirmó que, “lejos de solucionar el problema de déficit fiscal que se trata de resolver (la menor generación de divisas por las mayores retenciones) terminan presionando sobre el tipo de cambio y con ello la inflación seguida por una mayor recesión”.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores Rodolfo Bongiovanni, de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), y Gabriel Ratner, de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), elaboraron unos modelos de producción en los que tuvieron en cuenta los rendimientos promedio del Departamento de Río Segundo y Marcos Juárez de los últimos 10 años. Asimismo, los valores de la tierra fueron tomados de un relevamiento periodístico en el que se obtuvo una media de 10.000 dólares por hectárea para el Centro de Córdoba y de 15.000 dólares por hectárea para el Este de la provincia.
Para analizar los resultados, también se consideró un establecimiento que cultiva 300 hectáreas anuales, de las cuales 100 se dedicaron al cultivo de maíz temprano, 100 a soja de primera y 100 hectáreas a la rotación de trigo más soja de segunda.
Finalmente, se especificó que para el cálculo de costos y beneficios, se tomó los planteos técnicos informados por el INTA Manfredi para el Centro de Córdoba y el INTA de Marcos Juárez para el Este y Sur de la Provincia de Córdoba.
Bajo estos parámetros, se determinó que un productor del Centro de la provincia de Córdoba que obtiene un rendimiento promedio de 70,33 quintales de maíz, 23 quintales de trigo, 29,5 de soja de primera y 24,4 quintales de soja de segunda, a nivel del establecimiento tiene una pérdida de 179,94 dólares por hectárea, con una rentabilidad negativa de 1,8 por ciento.
Esto porque en la caso del maíz, la pérdida es de 51,38 dólares por hectárea; la secuencia de trigo y soja de segunda es de 288,87 dólares por hectárea y en soja la pérdida es de 224,92 dólares por hectárea, se indicó.
En el caso de un productor del Este y Sur de Córdoba, que consigue un rendimiento promedio de 93,24 quintales de maíz; 35,68 quintales de trigo; 39,4 quintales de soja de primera y 32,8 quintales de soja de segunda, a nivel de establecimiento tiene una pérdida de 31,59 dólares por hectárea, lo que representa una rentabilidad negativa de 0,2 por ciento.
Esto a partir de una ganancia de 97,95 dólares por hectárea de maíz que se pierde con la rotación trigo soja de segunda, ya que determina una pérdida de 85,32 dólares por hectáreas, mientras que la soja refleja una pérdida de 191,61 dólares por hectárea, sostiene el informe.
De esta forma, y considerando un modelo ponderado con 70 por ciento de productores del Centro de la provincia y 30 por ciento del Este, la pérdida a nivel del establecimiento es de 131,13 dólares por hectárea, con una rentabilidad negativa de 1,14 por ciento.
En este modelo, sólo el maíz aporta una ganancia de 62,45 dólares por hectárea, mientras que la rotación de trigo y soja de segunda genera un rojo de 198,05 dólares por hectárea y la soja de 257,37 dólares por hectárea.
El informe agregó que, si en el modelo ponderado no se tuviera en cuenta el flete también ponderado de los granos transportados hasta el puerto de Rosario, Santa Fe, la rentabilidad media sería negativa en 0,71%.
Asimismo, agregó que si no se tuviera en cuenta el arrendamiento ponderado de 13,35 quintales por hectárea de soja, se deberían deducir 237,85 dólares por hectárea y así la rentabilidad media sería negativa en 0,26%.
Los investigadores aseguran que “el sector del campo perdió participación en el mercado internacional por cuestiones de oferta y no demanda y eso ocurre por políticas públicas desacertadas”.
En función de ello, concluyeron que en la Córdoba, “el campo debería poder contar con subsidios en lugar de retenciones”.
Tractorazo
En la mañana de ayer se llevó a cabo un tractorazo organizado por la filial regional de la Federación Agraria Argentina en reclamo por la suba de los derechos de exportación dispuesta por el gobierno de Alberto Fernández. La acción tuvo lugar en la intersección de la Circunvalación con Autopista Córdoba-Rosario y finalizó a las 16 horas.
Leonardo Bonafede, de la entidad federada, indicó a la prensa: “Estamos en una situación de alerta debido a que si ocurren las retenciones de 30%, el campo quedaría en una situación crítica. Ya de por sí, es difícil hacer frente con las retenciones de 12 y 13%”.