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Abren una puerta para debatir el regreso de $2.000 millones a Córdoba

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Tras la reunión entre la presidenta Cristina Fernández y una docena de mandatarios provinciales, cobró fuerza un reclamo impulsado por empresarios cordobeses a través de los legisladores locales en el Congreso: la derogación del Impuesto al Cheque, lo que implicaría que ciudadanos y firmas de la provincia dejarían de aportar 2.000 millones de pesos en ese concepto.

Cristina Fernández se reunió ayer con los gobernadores más cercanos, entre los que estuvo el cordobés Juan Schiaretti, pero también los mandatarios de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Mendoza, San Juan, Jujuy, Misiones, Santa Cruz, Neuquén, Formosa, Salta, Entre Ríos, Tucumán, La Pampa, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero.

El encuentro estuvo destinado a escuchar los reclamos de los gobernadores más afines, pero además alinearlos tras los objetivos del Gobierno nacional, que busca frenar los cambios en la coparticipación del Impuesto al Cheque que se están discutiendo en el Congreso. Propone, en cambio, debatir cambios en la coparticipación.

Propuesta sorpresiva
Tras el encuentro, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, informaron que allí se analizó como una posibilidad la derogación del Impuesto al Cheque, una medida atada a una mejoría en las variables económicas del país.

Randazzo señaló al retirarse de la Quinta de Olivos que “se habló de la derogación futura del Impuesto al Cheque como alternativa, ya que es distorsivo”. También adelantó que se coincidió en armar una comisión para discutir la coparticipación.

“Los gobernadores pidieron que el Gobierno siga manteniendo la política de estabilidad macroeconómica”, relató Randazzo y adelantó que el 6 de abril se realizará un nuevo encuentro con el resto de los gobernadores que no estuvieron en esta primera ronda.

Por su parte, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, también confirmó tras el encuentro que “la Presidenta evalúa la derogación del Impuesto al Cheque” de acuerdo con la “evolución de la economía”, pero enmarcó esa decisión dentro del debate del próximo Presupuesto nacional, que se presentará el 30 de septiembre.

De esta manera, el Gobierno pretende ganar aliados y tiempo frente al debate que se registra actualmente en el Congreso alrededor de este tributo. Una propuesta de derogación haría más “digerible” un veto a los cambios que podría introducir el Parlamento, que supondría para el Ejecutivo nacional una pérdida de 10.000 millones de pesos anuales.

Propuesta local
En el marco de un debate atravesado de fuertes intereses políticos y económicos, el Gobierno nacional abrió una puerta así a una propuesta reclamada por seis entidades empresarias cordobesas: la Unión Industrial, la Bolsa de Comercio, Fedecom y las cámaras de Comercio, de Comercio Exterior y de la Construcción.

Estas organizaciones empresarias presentaron días atrás a los legisladores locales en el Congreso nacional una propuesta que avala la coparticipación plena del Impuesto al Cheque, pero también impulsa la eliminación gradual del tributo en un plazo de 5 años (entre 2012 y 2016).

Esta eliminación propuesta por los empresarios y ahora estudiada por el Gobierno nacional supondría que ciudadanos y empresas de Córdoba se liberarían de aportar por ese concepto cerca de 2.000 millones de pesos por año. <b

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