El estado brasileño de San Pablo construirá a partir del 1 de noviembre una fábrica pública con 20 millones de dólares donados por grandes empresas nacionales y multinacionales para producir la vacuna contra el coronavirus del laboratorio privado chino Sinovac Biotech, que realiza una de las pruebas de inmunizaciones más avanzadas, anunció hoy el gobernador Joao Doria.
En paralelo, el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de Brasil, informó hoy que su flamante presidente, Luiz Fux, fue diagnosticado como positivo de covid-19 apenas cuatro días después de haber asumido en el nuevo cargo, y, según los voceros del tribunal, se sospecha que adquirió el virus en una reunión familiar el sábado pasado.
Mientras la curva de contagios sigue sin ser del todo controlada y el país registra más de 4,3 millones y más de 132.000 muertos, el desarrollo y la producción de vacunas ocupa cada vez más la atención de las autoridades.
La nueva fábrica que fue anunciada hoy en San Pablo formará parte del complejo industrial del laboratorio paulista Instituto Butantan, que forma parte del Sistema Unico de Salud brasileño, y es el principal fabricante de vacunas contra la influenza de América Latina.
“Hemos cerrado una etapa de recaudación de fondos para la fábrica de la vacuna Coronavac. Logramos 97 millones de reales (unos 20 millones de dólares) en donaciones privadas”, dijo Doria en conferencia de prensa.
San Pablo es el epicentro del coronavirus en Brasil y donde se reportó el 26 de febrero la confirmación del primer caso de América Latina, un hombre de 62 años que había estado de vacaciones en el norte de Italia.
La vacuna Coronavac del laboratorio privado chino Sinovac Biotech está en la fase 3, probándose en 9.000 brasileños y, según las autoridades paulistas, podrá tener su autorización, en caso de éxito, en diciembre próximo, por parte de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria.