El organismo trabaja en la reapertura de exportaciones a pesar de las consecuencias de la sequía y de la irrupción de la gripe aviar. Su labor beneficia economías regionales distribuidas en el territorio
En medio del desafío que implican la irrupción de la influenza aviar y la sequía, entre otros factores, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) trabaja en la reapertura de exportaciones, a la vez que avizora la llegada de producción argentina a nuevos mercados, tras la reciente venta de carne bovina a México, operación concretada luego de más de 10 años de negociaciones.
“Fue un trabajo muy arduo, una negociación durísima que incluyó el año pasado una auditoria de 18 técnicos, la más numerosa de la historia, pero estamos muy satisfechos con lo que hicimos, pese a que fue una negociación durísima”, manifestó Miguel Donatelli, coordinador de Relaciones Internacionales del Senasa, en diálogo con la prensa especializada, sobre la primera venta de carne a México.
En este sentido, destacó que Argentina “siempre tiene negociaciones con otros mercados”, entre los que destacó a Japón, Corea del Sur e Indonesia, que son “muy exigentes en la negociación, pero en algún momento los vamos a abrir“, confió.
Asimismo, anticipó: “En dos o tres meses tenemos una auditoría de China, con la que estamos negociando el trigo y frutos secos; viene a ver pistacho, almendra, nuez y nuez de pecán”.
“También tenemos expectativas de abrir nuevos mercados para cítricos, por ejemplo, Estados Unidos. Estamos muy avanzados técnicamente pero los países tienen su propio procedimiento, por lo cual hay que cumplir etapas”, comentó el funcionario.
Para poder hacer un seguimiento de cada una de las negociaciones, Donatelli explicó que su área tiene confeccionada “una lista de mercados (productos + destino) priorizados” y una hoja de ruta “sin un horizonte determinado”.
La meta del organismo “está en hacer un trabajo ordenado, eficiente en términos de recursos, lo cual se coordina con la Secretaría de Agricultura, porque -recordó- hace tres o cuatro años teníamos 700 negociaciones en curso y así es imposible trabajar“.
“Se empiezan a ver cuáles son las negociaciones prioritarias y factibles desde el punto de vista comercial; se hace una evaluación sobre el nivel arancelario que tiene el país para importar; e incluso si verdaderamente le importa el producto que estamos negociando”, describió el funcionario.
A su vez, el Senasa tiene que contemplar que “hay que desarrollar” el producto a exportar en el país de destino: “Si se va a Japón, el tipo de carne que consume Japón es de su raza wagyu, con otras características“, graficó Donatelli.
Actualmente, la Patagonia argentina está abierta para exportar a ese país pero por el momento solo “hay un frigorífico habilitado y se exporta en volúmenes chicos, por eso hay que apuntar a seguir ampliándolo”.
El panorama de negociaciones se complejizó a partir de la detección, el pasado 28 de febrero, del primer caso de influenza aviar en el país.
Argentina exporta 17% de su producción avícola (en 2022 concretó envíos de US$421 millones en carne y huevos). Del total exportado, 80% tiene como destino China, Arabia Saudita, Europa, Sudáfrica y Chile.
La producción restante, en tanto, se destina al mercado interno, bajo los mismos requisitos de bioseguridad que los existentes para las exportaciones.
Con la condición de libre de influenza aviar caída, el Senasa debió renegociar los certificados de sanidad, que “son más de 90 con distintos países”, precisó el coordinador de Relaciones Internacionales.
En este marco, Argentina propuso readecuar cada uno de los certificados con cada uno de los países, priorizando “los primeros seis destinos que concentran 85/90 por ciento de la exportación”, pero además debieron plantearse “nuevas condiciones sanitarias con otros países que iban a aceptar esas condiciones de manera anticipada”, explicó el funcionario.
“Por ejemplo, hoy a China no se puede exportar y es el principal destino de exportación con más del 70%”, detalló, si bien afirmó que se logró enviar todo lo que había partido en contenedores días antes del primer caso confirmado.
Al respecto, Donatelli expresó: “No sabíamos qué iba a pasar en primera instancia, pero hoy podemos decir que la mayoría de esos contenedores pudo entrar o está entrando y es un alivio porque todo eso no tiene que volver a Argentina, sino que se consolida como exportación”.
Además de China, otros destinos importantes son Sudáfrica, Arabia Saudita, Vietnam, Rusia y Chile.
Fue así que se confirmó el último viernes que Argentina retomó el comercio de productos aviares con Uruguay, al aprobar el vecino país los nuevos certificados de exportación para prefritos cárnicos, hidrolizado de vísceras, ovoproductos, conservas de carne aviar y de cerdo y carnes frescas, y productos a base de carne aviar de producción nacional.
También se alcanzaron acuerdos para retomar los envíos a Rusia, Arabia Saudita, Hong Kong, Japón y a algunos países de África de carne fresca aviar de zonas libres de la enfermedad.
Asimismo, se está trabajando en las negociaciones sanitarias para restituir las exportaciones de genética aviar a países del Mercosur y a México.
En tanto, el Senasa participará, entre el 19 y el 22 de abril, de un encuentro organizado por Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), en México, con todos los países americanos para evaluar las distintas herramientas de lucha contra la influenza aviar -entre ellas la vacuna- y su impacto en el comercio.
Este encuentro será un preámbulo de la Reunión Ordinaria de la Asamblea Anual de Delegados de la OMSA con todos sus miembros, en mayo próximo en París, Francia, donde dicha enfermedad será un tema central.
Al respecto, Donatelli señaló: “Tal vez seamos de los países más nuevos que han tenido recientemente el virus, así que vamos a ir para ver cuáles son las líneas de trabajo que vienen teniendo los países que ya están con la lucha contra esta enfermedad hace un tiempo”.
“En el mundo la carne aviar es muy importante porque el consumo es muy grande y esta enfermedad entró con mucha fuerza y cambió la ecuación de la producción, lo cual nos va a hacer repensar en sistemas de certificación que tengan que ver con la convivencia de la enfermedad porque no sabemos si se va a erradicar ahora y no vuelve más o si el año que viene vuelve a pasar lo mismo”, reflexionó.
Por último, Donatelli subrayó “muchos países destacaron la transparencia con la que Argentina está manejando la situación de influenza aviar, mostrando toda la información, algo que no todos los países hacen, y dando la difusión que se le da”.
A fin de cuentas, “cuanto más transparentes seamos y mejor información demos a nuestra contraparte comercial, ayudamos a que cuando la situación se controle, nos puedan abrir el mercado más fácilmente”, concluyó el funcionario.