La confrontación entre globalizadores y proteccionistas se constituyó en el eje de las deliberaciones del Foro Económico Mundial inaugurado el martes en Davos Klosters, ciudad de los Alpes Suizos, con la participación del presidente chino, Xi Jimping, quien desarrolló en su discurso una defensa del libre comercio internacional.
La contracara es la ausencia del futuro presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump, decidido proteccionista, quien no fue invitado al encuentro con la excusa de que asumirá mañana, justo cuando se clausura el tradicional encuentro.
El título que se dio a la edición 47ª del Foro no es casual ya que, al convocar a un “Liderazgo sensible y responsable” se apunta, implícitamente, a la inminente administración Trump pero incluye también una advertencia a lo sucedido con el brexit, en el Reino Unido, y a los avances de los partidos nacionalistas con vistas a las próximas elecciones nacionales en Alemania, Francia, República Checa y los Países Bajos.
Tampoco asisten otras figuras claves de la política mundial como la alemana Angela Merkel, el francés François Hollande y el canadiense Justin Trudeau, quien tampoco concurrirá a la asunción de Trump a raíz de la postura de éste de avanzar contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por su sigla en inglés).
El Foro es el centro de los impulsores de la gobernanza mundial y la globalización, presidido por el economista y académico alemán Klaus Martin Schwab, quién lo fundó en 1971, junto con 444 ejecutivos de empresas como Simposio de Administración en Europa, para adquirir su actual denominación en 1991 para avanzar en el concepto de impulsar una nueva dirección para el liderazgo.
Así, la paradoja de que China se muestre como el país globalizador y los EEUU como el proteccionista, domina la escena de Davos.
